Aunque lo veremos con más detenimiento en otros posts, podemos adelantar que los cuatro tipos de creencias que solemos manipular inconscientemente son:
- Creencias sobre el grado de toxicidad y peligrosidad que tiene el tabaco sobre nuestra salud y su relación con el número de cigarros y/o tipo de tabaco.
- Creencias sobre la capacidad personal para lograr abandonar el tabaco, atendiendo a características personales y/o contexto familiar-laboral.
- Creencias sobre las consecuencias de dejar el tabaco. Principalmente atendiendo a efectos físicos (engordar), psicológicos (ansiedad, tristeza…) y sociales (no sentirse bien en sociedad sin el cigarro en la mano). Es frecuente aplicar un carácter perpetuo a los síntomas de la abstinencia y al deseo de fumar.
- El deseo de dejar de fumar, alegando atentado sobre el derecho a decidir con la vida de uno mismo, preferencia del placer sobre otras cuestiones (hedonismo), balance riesgo/beneficio alterado (fumar me reporta más beneficios que problemas), etc.
(sigue en pág. 10)
Yo he resuelto el problema de un plumazo,. Dije, no mas tabaco en mi vida. Si es no, es no.