A partir de este momento, la adicción se va consolidando en la mente del sujeto aprovechando su vulnerabilidad y las condiciones socioculturales circundantes. Una vez se llega a la edad adulta, la presión social positiva por fumar suele disminuir y la percepción del riesgo aumenta. Solemos entrar en una fase donde el fumador comienza a desear abandonar el hábito tabáquico. Cuando lo intenta, se da cuenta que lo pasa mal, la abstinencia es desagradable. Llega entonces un momento clave y donde los fumadores suelen diferenciarse unos de otros. Expliquémoslo (sigue en pág. 6)
Yo he resuelto el problema de un plumazo,. Dije, no mas tabaco en mi vida. Si es no, es no.