- El joven está inmerso en un entorno social donde el tabaco está legalmente implantado en lo referente a su fabricación, comercialización y consumo. El padre, la madre, el tío, el profesor y demás actores sociales fuman delante de los niños.
- Llegada la adolescencia, el joven recibe una presión social positiva a favor del consumo de tabaco en los entornos de ocio y muy relacionados con el consumo de alcohol y otras drogas.
- Se sitúan en una edad en la que la percepción del riesgo está disminuida.
(sigue en pág. 5)
Yo he resuelto el problema de un plumazo,. Dije, no mas tabaco en mi vida. Si es no, es no.