«Hoy es fácil dejar de fumar, pero mañana no». Así funciona la mente del fumador. Permanecer sin fumar durante un día no es una tarea tan difícil si en nuestra cabeza sabemos que a la mañana siguiente vamos a tener la posibilidad de encender un cigarrillo.
Ahora bien, si ese día es el inicio de una vida sin tabaco, la cosa cambia. Nuestro cerebro, ante la posibilidad de no volver a recibir su dosis de nicotina, comienza a desplegar todo un arsenal de emociones y pensamientos negativos derivados del miedo a una vida futura sin tabaco. Lo habitual es que ninguna de esas predicciones catastróficas se cumpla, con lo que podemos afirmar que sentimos miedo por sucesos irreales. Viajar al futuro es una mala compañera si lo que queremos conseguir es liberarnos del tabaco.
En muchas ocasiones, es mayor el malestar que sentimos por imaginar nuestra vida sin tabaco que por la mera ausencia de nicotina en nuestro cuerpo
En tu mente se encuentra la manera de vencer al tabaco de una forma menos traumática
P.M. Alles – Psicólogo y escritor del manual para dejar de fumar: Fumabook