
“Una imagen vale más que mil palabras” y en lo referente al tabaco, también. Vivimos observando únicamente lo que ocurre de nuestra piel hacia afuera. Sabemos lo que ocurre en nuestra familia, amigos, trabajo, en la gente famosa que sale en televisión, pero no tenemos ni idea de lo que ocurre en el interior de nuestro cuerpo. El Universo es inmenso, lejano; nuestro cuerpo pequeño y muy cercano, pero, al igual que el Universo, a penas lo conocemos.
Si tuviéramos una lupa mágica para ver de cerca que ocurre en su interior, dichas imágenes valdrían más que mil palabras de las escuchadas sobre aquello de dejar de fumar. Si pudiéramos ver con nuestros ojos cómo cada molécula nociva y tóxica procedente del cigarrillo ataca cada una de nuestras células de los distintos tejidos (vasculares, respiratorios, etc.). Si pudiéramos ver en directo cómo muta el ADN de una célula convirtiéndola en cancerígena por culpa de las sustancias del tabaco. Si pudiéramos mirar cómo se alteran los circuitos entre neuronas por culpa de la droga. Si pudiéramos hacernos conscientes de todo eso, no haría falta ni un solo medicamento, ni tan solo una sola explicación para convencer a alguien que deje de fumar. Corazón que no ve, corazón que no siente, y con los efectos del tabaco, también.
Ni te imaginas la cantidad de cosas maravillosas que empiezan a suceder en el interior de tu organismo una vez dejas de consumir tabaco. ¿Te animas?