
Si fueramos un ser sin pensamientos (una piedra con ojos y boca) y nos retiraran la nicotina, los síntomas de la abstinencia aparecerían sin más y no haríamos nada, dando tiempo a la extinción, con el paso de las semanas y meses, de la adicción.
En realidad, esto no ocurre. Nuestro sistema cognitivo (herramientas mentales) procesan esta información que nos llega en forma de síntomas de la abstinencia. Es decir, se produce un metabolismo cognitivo que observa y analiza los síntomas de la abstinencia (los reales y los potenciales), predice su posible repercusión en la vida del sujeto y extrae innumerables conclusiones. El resultado de este metabolismo será el responsable de que, por una parte, lo consigas o por otra, genere un secuestro mental que te empuje a la caída.
Sabiendo que el metabolismo cognitivo tiene un papel central en todo esto, lo importante es saber cómo es la estructura que lo lleva a cabo: nuestras creencias erróneas adictivas.
Esta es la base del tratamiento de Fumabook.
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