
En los años 70 un Banco de Estocolmo fue atracado y algunas personas fueron retenidas como rehenes. Más tarde se denominó Síndrome de Estocolmo a la reacción psicológica que mostraron algunos rehenes al defender al atracador y ponerse en contra de la policía.
Por el contrario, cabe decir que la reacción lógica que se presenta en estas situaciones es la de querer liberarse, pero sin llevarse a cabo el intento por miedo a ser pillado por el secuestrador.
En Fumabook explicamos que hay dos tipos de fumadores:
- Fumador tipo I: éste no quiere dejar de fumar y defiende el consumo de tabaco.
- Fumador tipo II: éste quiere dejarlo pero teme las consecuencias de intentarlo.
¿Aprecias las similitudes entre las formas de reaccionar frente al secuestrador y el tabaco?
Así es, el fumador tipo I parece una especie de Síndrome de Estocolmo, que lo sumerge en un engaño mental más profundo y complicado.
El fumador tipo II parte con una gran ventaja, pues sí desea liberarse. Éste no debe olvidar que al dejar de fumar no existe ningún «atracador» que le vaya a disparar por la espalda si intenta huir.