Dejar de fumar no es exactamente un camino de rosas. Durante ese proceso, todo lo que siente el fumador no se ve desde fuera, él es el único que sabe por lo que está pasando.
Esta circunstancia es la misma que ocurre en otras enfermedades como pueden ser la fibromialgia, la depresión, etc. y puede ocasionar que las personas del entorno del enfermo no comprendan lo que están sufriendo y, en algunos casos, incluso, lleguen a cuestionarlo.
Toda esta situación hace que el fumador no suela recibir un buen apoyo social, principalmente de compañeros de trabajo, amigos, incluso, a veces, de la propia familia.
Otro de los aspectos que tenemos que tener en cuenta es que el soporte social no suele durar mucho tiempo. Esto mismo se vive en situaciones de extrema gravedad como puede ser ante un cáncer: las primeras semanas todo el mundo se vuelca, pero poco a poco el paciente se va viendo más solo. Lamentablemente sucede también al dejar de fumar, incluso por el propio entorno familiar, que puede caer en el error que al tercer o cuarto mes ya todo ha pasado y puede aflojar ese apoyo tan fundamental que necesita el fumador.
Por eso, si vas a dejar de fumar, no generes grandes expectativas sobre el apoyo que vayas a recibir «fuera de casa». Puedes percibir como banalizan o se burlan de tus esfuerzos. La gran mayor parte de la población ve el tabaquismo como un vicio que se supera con voluntad, y no como una enfermedad.
Con tu familia, pide comprensión y hazles saber que será una carrera de fondo.
Hola fumabook! Pregunta: y si en tu casa todos son fumadores, osea, drogadictos? Cómo se hace? Quiero dejar de fumar, quiero ser libre, pero tengo miedo 😨