Si fumas y eres sensible, ¡No leas esto!

Cada día, miles y miles de personas comienzan a recibir tratamientos en quimioterapia. Duros, dolorosos e insufribles tratamientos durante meses con tal de mantenerse con vida, de asegurar su supervivencia. Meses de dolores, náuseas, vómitos, noches sin dormir, problemas digestivos, úlceras en la boca que te hacen ver las estrellas, etc… en unas condiciones en la que la vida solo te permite ir de casa al hospital, y del hospital a casa, y sin que puedas sentir ni el precioso sol sobre tu piel. ¿Dónde está ese espíritu de sacrificio? ¿Dónde queda ese instinto de supervivencia que todos llevamos dentro? No quiero que os sintáis ofendidos, ni atacados ni insultados… solo quiero remover vuestras dudas, vuestros miedos. Tan solo quiero que os levantéis de la silla de la costumbre, rompáis con lanzas vuestra rutina y que chilléis que no queréis seguir ni un minuto más agarrados al maldito cigarro. Yo no soy tu enemigo, ni el médico que te dice que dejes el tabaco, ni tu pareja que desea que lo apartes de tu vida. Es el Carcelero el que te pone contra nosotros, y lo que es peor, contra ti mismo (sigue en pág. 10)

2 comentarios

  1. El 15 de enero me levanté de la silla de la costumbre, rompí con lanzas mi rutina de vivir agarrada al maldito cigarro, ”rutina“ y adicción que había sostenido cada día durante más de 50 años.
    Agarrando al toro por los cuernos… ojalá no vuelva a sentarme nunca en esa silla.

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