Si fumas y eres sensible, ¡No leas esto!

¿Y en qué se traduce todo esto? Lo primero que debes saber es que cada vez que te lamentas o cada vez que justificas con tu vida el consumo de tabaco, no haces otra cosa que arrodillarte ante la adicción y caer en su trampa. Que vendes tus problemas al mejor postor, que “traficas” con tus emociones, con las enfermedades de tus seres queridos, con todos esos problemas que te marcaron a ti y a los tuyos para justificar que debes seguir fumando, y eso no es bueno para ti. Ya es hora que “cojas el toro por los cuernos”, que te enfrentes a tus miedo. El ser humano tiene una enorme capacidad de sufrimiento, más de lo que te puedas imaginar.

(sigue en pág. 9)

2 comentarios

  1. El 15 de enero me levanté de la silla de la costumbre, rompí con lanzas mi rutina de vivir agarrada al maldito cigarro, ”rutina“ y adicción que había sostenido cada día durante más de 50 años.
    Agarrando al toro por los cuernos… ojalá no vuelva a sentarme nunca en esa silla.

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