¿Y en qué se traduce todo esto? Lo primero que debes saber es que cada vez que te lamentas o cada vez que justificas con tu vida el consumo de tabaco, no haces otra cosa que arrodillarte ante la adicción y caer en su trampa. Que vendes tus problemas al mejor postor, que “traficas” con tus emociones, con las enfermedades de tus seres queridos, con todos esos problemas que te marcaron a ti y a los tuyos para justificar que debes seguir fumando, y eso no es bueno para ti. Ya es hora que “cojas el toro por los cuernos”, que te enfrentes a tus miedo. El ser humano tiene una enorme capacidad de sufrimiento, más de lo que te puedas imaginar.
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Las típicas escusas del fumador, estoy muy estresado, no es el momento….
Yo quiero coger el toro por los cuernos!!!
El 15 de enero me levanté de la silla de la costumbre, rompí con lanzas mi rutina de vivir agarrada al maldito cigarro, ”rutina“ y adicción que había sostenido cada día durante más de 50 años.
Agarrando al toro por los cuernos… ojalá no vuelva a sentarme nunca en esa silla.