Lo que siente y cree el fumador

Como cualquier ser humano, el fumador elabora una serie de creencias en función de lo que siente. Es decir, si el fumador siente sensaciones placenteras cuando fuma, generará la creencia de que “fumar es un placer”; o si cuando intenta dejar de fumar siente que lo pasa muy mal, puede generar las creencias de que “su adicción es más grave de lo normal” o que “no tiene capacidad para dejarlo”.

Entre lo que uno siente y lo que uno cree hay todo un proceso mental que puede albergar errores y, por tanto, originar creencias que están equivocadas. Hoy vengo para aportarte un esquema general de lo que es la adicción a la nicotina para intentar ayudarte a la hora de ver por dónde te puedes estar equivocando. Empecemos.

Uno empieza a fumar por la conjunción de varios motivos (biológicos, psicológicos y sobre todo SOCIALES). En contra de lo que muchos creen, uno no se hace fumador simplemente porque sea débil mentalmente, tenga muchos problemas o sea un irresponsable. Además eso, a día de hoy, después de tantos años fumando, de poco te puede importar, salvo si eres de esos casos en los que crees que empezaste a fumar por ser una persona débil. Eso quítatelo de la cabeza pues puede restarte a la hora de dejar de fumar hoy.

Viajamos en el tiempo y nos situamos en el presente. ¿Por qué fumas actualmente? Simple y llanamente por una cosa: POR QUE PADECES UNA ADICCIÓN A UNA SUSTANCIA ALTAMENTE ADICTIVA: LA NICOTINA.

Olvídate de pensar que fumas porque eres una persona muy nerviosa o depresiva, porque tienes hijos, o porque no los tienes, porque tu trabajo es estresante o porque estás desempleada, por culpa del Gobierno, del Estado o de la Industria del tabaco, olvida todo eso y quédate con una sola cosa: FUMAS POR PADECER UNA ADICCIÓN.

A partir de este momento también te pido una cosa: olvídate de si el tabaco es caro o barato, si molesta a la gente de tu entorno o no, si das mal o buen ejemplo a tus hijos, si a tu pareja le importa o no que fumes, si te hace perder tiempo en tu trabajo, si es un obstáculo en tu deseo de quedarte embarazada, si es malo para tu organismo, si tus padres fallecieron por el tabaco, si fumas poco o mucho o cualquier otro motivo que pueda ser causa de la entrada del humo dentro de tus pulmones… OLVÍDALO TODO Y CÉNTRATE EN ESTA SOLA IDEA: PADEZCO UNA ADICCIÓN Y DEBO SUPERARLA.

Una vez nos hemos puesto el reto de superar la adicción, debes preguntarte ¿Qué es la adicción? Así es, debes convertirte en una persona experta de tu problema. Vamos allá.

Después de un tiempo fumando, en tu cerebro se producen una serie de cambios que hacen que funcione de manera distinta al de un cerebro sano, es decir, se convierte en un cerebro enfermo, adicto. No tiene nada que ver con las sustancias químicas que tiene el cigarrillo, no es cuestión del que el cerebro esté intoxicado o sucio, es cuestión de que una droga llamada nicotina, después de mucho tiempo, altera el cerebro y su funcionamiento. Si dejas de fumar, tras muchos meses, estas alteraciones se pueden revertir hasta el punto que puedas llevar a cabo una vida tal y como si nunca hubieras fumado. Eso no ocurre ni en dos días ni en 6 meses, tenlo claro. No es cuestión de eliminar la nicotina, pues esto sucede en horas, es cuestión de revertir los cambios cerebrales. Tener un cerebro enfermo por una adicción significa que tu cerebro para funcionar normalmente necesita cada ciertos minutos una dosis nueva de la droga (nicotina). Es decir, fumar no te aporta nada nuevo o bueno que no tengan las personas que no fuman, es decir, LOS NO-FUMADORES NO SE ESTÁN PERDIENDO NADA. Esto lo tienes que entender desde otra perspectiva. Al tener un cerebro adicto, tu cerebro se siente mal (ansiedad, tristeza, hambre, alteraciones en la concentración o en el sueño, etc.), y para recuperar su estado normal necesita fumar, necesita nicotina. Cuando el fumador fuma deja de sentirse mal, por eso le gusta, y por eso tiene la experiencia subjetiva de que “es un placer” aunque realmente no lo sea. Por eso, tu objetivo es dejar de sentirte mal por no tener nicotina.

Llegados a este punto retomemos una frase que dije antes:

Si dejas de fumar, tras muchos meses, estas alteraciones se pueden revertir hasta el punto que puedas llevar a cabo una vida tal y como nunca hubieras fumado”

¿Qué significa esto? Pues que si dejas de fumar totalmente durante un tiempo, tu cerebro dejará de sentirse mal al no tener su droga (nicotina), es decir, dejarás de necesitarla, y por tanto volverá a ser un cerebro sano. ¿Y no queda huella de haber sido fumador? A nivel interno quedará una cierta susceptibilidad, tendencia o vulnerabilidad (como lo quieras llamar) ante una nueva exposición a la droga, de modo, que si vuelves a fumar solo 1 cigarrillo (en una boda, un tanatorio o donde sea) tendrás muchísimas probabilidades en reactivar tu cerebro enfermo. Esta vulnerabilidad no debe preocuparte, pues solo actúa si tienes contacto con la droga. Lógicamente al ya tener un cerebro sano que no lo necesita, no fumarás y por tanto no pondrás a prueba esa vulnerabilidad. ¿Me sigues? (esto es muy importante, si no lo has entendido, vuélvelo a leer). Aquí el problema es que muchos fumadores dejan de fumar pensando que fumar es una maravilla, lo dejan simplemente por salud, y lo añoran, lo echan de menos. Realmente ya no necesitan la nicotina a nivel biológico, pero sí lo necesitan a nivel psicológico, y eso los lleva a contactar con la droga en una fiesta o ante una desgracia personal, o simplemente para recordar a que sabía, o con la tontería de ponerse a prueba a ver si lo controla….y ¡Zas! Ahí está la vulnerabilidad que hablamos para atraparlos de nuevo. Si aprendes bien cómo funciona la adicción esto no te pasará.

Llegado a este punto lo importante es entender que tienes que dejar de fumar porque deseas con todas tus fuerzas salir de tu adicción. No sería recomendable dejarlo porque te veas en la necesidad o en la obligación porque tu salud esté resentida o porque alguien te esté presionando para que lo dejes.

Después de entender qué es la adicción, tendrás que preguntarte cómo salir de ella. Para ello te propongo dos caminos que tendrás que recorrer en paralelo: el camino de la CONDUCTA y el camino de la MENTE, ambos fuertemente relacionados. Me explico:

  1. CONDUCTA: Es necesario que conozcas cómo es tu comportamiento de fumar, para ello es importante realizar la “curva de necesidad” que encontrarás en el apartado “herramientas para el libro” en www.fumabook.com (todo el material que te cite aquí es de acceso libre 100% gratuito). Una vez detectes cuáles son tus momentos donde tienes más necesidad o disponibilidad para fumar deberás aplicar cambios de hábitos e implantación de nuevas actividades que capturen todo lo posible tus recursos cognitivos. Es decir, deberás hacer las cosas de otra manera y en otro sitio dentro de lo posible, y hacer cosas que te entretengan en los momentos de aburrimiento o inactividad. Además, será beneficioso hacer ejercicio físico adecuado a tus necesidades, no sustituir tabaco por comida y evitar todo lo que puedas el contacto con fumadores y productos relacionados con el tabaco, sobre todo durante las primeras semanas. No bebas alcohol, principalmente en las primeras semanas y, al menos, no te emborraches. Ve a tu médico por si cree necesario un tratamiento farmacológico de refuerzo, pero es importante que no te esperes milagros. Te recomiendo seguir las pautas que te doy en “hoja de rescate” y “plantita del fumador” que hallarás igualmente en mi web. Cuando llegue tu día tira todo el tabaco, mecheros y ceniceros, sin dudas ni demoras. Dentro de este apartado te incluyo las tareas de ir viendo poco a poco todos los vídeos de Fumabook y en YouTube y los artículos del Blog que encontrarás en la web.
  2. MENTE: Debajo de toda adicción hay una estructura muy sólida de creencias erróneas o creencias adictivas que darán soporte a tu miedo a dejar de fumar, tu falta de deseo de dejarlo y, lo que es muy importante, servirá como potenciador del malestar que sientas cuando dejes de fumar. Por ello es muy importante tratar esas creencias. Además del ejercicio de estudio que realices entrando en contacto con los artículos y vídeos, te recomiendo ir escribiendo un diario personal donde puedas expresarte sin limitaciones sobre tus dudas, miedos o preocupaciones que tengas sobre la idea de deja de fumar y así empieces a movilizar esas creencias y verlas sobre el papel. Lleva a cabo el ejercicio “árbol de creencias” que encontrarás en la web, te ayudará para ir detectando tus creencias.

Recuerda que dejar de fumar es el resultado de un Aprendizaje que vendrá por la suma de varios intentos, que no serán fracasos, sino conocimiento que se irá acumulando en tu beneficio. Si sientes culpa al caer, superar la adicción se te hará muy cuesta arriba. Ciertamente, en la mayoría de las ocasiones las caídas son parte normal del proceso.

Bueno, como ves dejar de fumar es algo que va más allá de lo que la mayoría cree. Dejar de fumar a base de fuerza de voluntad no te garantiza salir de la adicción, pudiendo caer en la gran trampa de echarlo de menos el resto de tu vida y aumentando así el riesgo de recaídas.

Fumabook está aquí para ayudarte. No te sientas en soledad, juntos lograremos el objetivo de vivir sin tabaco.

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