
Algunos fumadores piensan que terminaron desarrollando una adicción como consecuencia de otro motivo o problema primario: una personalidad determinada, una debilidad personal, una experiencia traumática, etc.
Realmente ser fumador solo es consecuencia de un problema social donde se ejerce una presión orientada al consumo en un momento de la vida en el que el sujeto es más vulnerable ante el inicio en estas sustancias. Más adelante, en la maduración cognitiva del trastorno adictivo, es cuando la mente adicta, para resolver la disonancia cognitiva, «utiliza» tus características y circunstancias personales para hacer de su droga algo imprescindible.
La adicción es oportunista y cruel pues usa tus puntos flacos para hacerse fuerte. Ahí tienes la razón por la que tienes que enorjarte fuertemente con el tabaco por haberse nutrido de tus problemas y fragilidades.
Tu vida no te hizo adicto, más bien tu adicción uso tu vida para embaucarte.