A los fumadores se le podrían catalogar atendiendo a diversos criterios. Uno de ellos es el nivel de engaño mental que sufren. Este engaño mental se traduce en una pérdida del nivel de consciencia sobre su problema adictivo, de manera que, en un extremo nos encontraríamos al más ciego (mi adicción es más severa que la de los demás y sé que no lo lograré, ni lo intento) y en el otro, al más consciente (me da miedo echarlo de menos toda la vida, aún así lo intentaré, pues veo que otros lo consiguen).
Estos fumadores con mayor consciencia representan a los reyes «tuertos» en un país de fumadores «ciegos» con escasa consciencia.
De este modo, animar a aquellos que no dan por supuesto nada y se atreven a dar el primer paso. A aquellos que siguen enquistados en sus falsas creencias, animarlos a realizar una profunda reflexión que ponga en jaque a todo su sistema de creencias.
FUMABOOK 