El fumador mal motivado

Foto de cottonbro en Pexels

Algunos fumadores sienten no tener la motivación necesaria para dejar de fumar. En este caso, la persona nota que le falta como la “energía o convencimiento” para dar el primer paso. Si ése es tu caso, puedes quedarte tranquilo, es un síntoma más de la propia adicción. Esta enfermedad llena la cabeza de dudas y temores, y eso hace que uno sienta falta de motivación. Otra cosa muy distinta es la motivación como “motivo para dejar de fumar”. Es decir, la respuesta a la pregunta ¿Por qué quieres dejar de fumar? Aunque no lo creas, tu contestación dará muchas pistas sobre tu probabilidad de éxito.

En general, los fumadores quieren dejar de fumar por cuestión de salud física (F) (no enfermar o morir por tabaco, para aumentar las probabilidades de embarazo, para proteger al feto durante la gestación, para aumentar el rendimiento deportivo, etc.), es decir, para no seguir haciendo daño al cuerpo. La tendencia más típica en este aspecto es la preocupación sobre los pulmones. Otro de los motivos que empujan a los fumadores a dejarlo es la cuestión de salud psicológica (P) (no querer sufrir una adicción a una droga, no sentir esa dependencia a la droga, recuperar la libertad de poder llevar una vida normal sin tener que consumir cada cierto tiempo, no sentirse un “enganchado”, no verse como un ser débil dominado por la nicotina, etc.).

Cada fumador, entre sus motivos, tomará una parte de salud física (F) y otra de psicológica (P), de manera que podrían asignarle un porcentaje a la hora de decidir dejar de fumar. Ejemplos serían:

Fumador 1: F(50%) / P(50%)

Fumador 2: F(75%) / P(25%)

Fumador 3: F(20%) / P(80%)

Es decir, hay quien le da más peso a lo físico (F) que a lo psicológico (P), el mismo o al revés. Esta relación entre F y P nos va a decir mucho sobre las posibilidades que tiene el fumador de conseguirlo. Veamos.

  • Cuanto mayor sea F (físico), la persona tenderá a sentir más que “TIENE” que dejar de fumar, en términos generales.
  • Cuanto mayor sea P (psicológica), la persona tenderá a sentir más que “QUIERE” dejar de fumar, en términos generales.

Mi experiencia me ha demostrado con creces que los fumadores que QUIEREN dejar de fumar tienen mayor probabilidad de éxito y menor de recaída al dejar de fumar y los que TIENEN que dejar de fumar tienen mayor probabilidad de fracaso y de recaída.

Lógicamente, todo fumador va a sentir preocupación por su salud física (F), con lo que el “tener que dejar de fumar” va a coexistir siempre. Por eso, nuestro objetivo es que P sea mayor que F, es decir, que el QUERER sea mayor que el TENER, y cuando mayor se esta diferencia, mejor.

Un F(20%) / P(80%) es una cifra perfecta para empezar a dejar de fumar. Por el contrario, una cifra F más elevada que P y un TENER por encima del QUERER no es la mejor manera de poner una fecha para dejar de fumar.

Desde mi humilde punto de vista, cualquier fumador que presente unas cifras desfavorables, debería llevar un trabajo previo serio para dar la vuelta a la situación, y una vez lo logre, poner una fecha.

Todo fumador debe QUERER dejar de fumar para CURAR SU ADICCIÓN. Una vez logre eso, la consecuencia que vendrá sola será la lograr su salud física. Debemos actuar sobre el problema de origen, no sobre las consecuencias. El problema del fumador está en la mente, no en los pulmones.

http://www.fumabook.com

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