
Hay fumadores que están como algunos electrodomésticos, encendidos pero sin funcionar… en stand-by. ¿Qué quiere decir esto? Que están con la lucecita encendida de “querer dejar de fumar”, pero no arrancan, no dan el paso. Es el fumador que te dice: “ahí sigo, con la idea en la cabeza de dejarlo, pero sin encontrar el momento adecuado”. Así pueden llevarse meses, años o toda la vida. Lo primero que debe hacer el fumador stand-by, es preguntarse:
¿A qué estoy esperando para dejar de fumar?
Dependiendo de cada uno, se elaborará un conjunto de motivos distintos: quiero sentirme más fuerte, tener la autoestima más elevada, estar más tranquila en el trabajo, estar más delgado, estar más motivado, estar más decidido, tenerlo más claro, confiar más en mi… y una cartera infinita de justificaciones. Debo adelantarte una cosa con la que seguramente no estés de acuerdo: ninguno de estos pretextos no deben ser motivos para demorar la fecha ni un día más. Parte de la adicción, entendida como enfermedad psicológica, trata precisamente de atar su consumo a tus circunstancias personales. Por eso, tu cerebro adicto siempre encontrará un motivo para retrasar la fecha. Éste es el motivo por el que hay que ignorar estos planteamientos procedentes del núcleo fuerte de la adicción. El fumador está en el deber de no procrastinar a la hora de dar el primer paso. Pon fecha hoy mismo para dentro de un mes.
¿Y qué hago durante los próximos 30 días?
Hasta que llegue la fecha, el fumador tiene que armarse bien con información veraz y fiable. Para esto puedes tomar varias alternativas: ir a tu médico, acudir a una unidad antitabaco o asimilar todo el contenido que Fumabook pone a tu disposición. La elección es tuya. Lo que debes evitar es ser un agente pasivo y no interesarte en obtener toda la información que te es necesaria o buscarla en sitios no fiables, como grupos de Whatsapp o Facebook para dejar de fumar no supervisados por un experto.
Y después …¿qué?
Una vez se vaya aproximando la fecha, no la anules, no la demores… ¡empieza, sientas como te sientas! Será cuando empezará tu verdadero aprendizaje. Suma experiencia, intentos e interpreta cada fallo como una oportunidad única para adquirir un nuevo conocimiento y perfeccionar tu propio método. Nunca te rindas y nunca te des por vencido.
Tienes q estar muy preparado mentalmente es lo primero para afrontarlo todo