
La industria automovilística se exprime la cabeza para sacar coches eléctricos cada vez con mayor autonomía, de modo que, una vez cargues la batería, puedas hacer más kilómetros sin necesidad de recarga.
Al fumador le pasa algo parecido. Para poder «funcionar» necesita «conectarse» al cigarro para obtener su «carga de nicotina». Cada fumador tiene su propia autonomía. A algunos le duran la carga de droga 20 minutos, otros una hora o más, dando lugar a fumadores de 5, 10, 15, 20, 30… cigarrillos al día.
Hay otro tipo de adicto que va de «fumador social» porque solo se enchufa los fines de semana o cuando sale a tomar algo.
Da igual cuántos cigarros fumes al día, para mí es lo de menos. Lo realmente importante es entender que la mayor parte de la población, para vivir y disfrutar, no necesita conectarse nunca para «recargarse de nicotina», TÚ SÍ. Y ése es el problema: vives sin libertad, atado a un enchufe de nicotina.
Debes comprender que esta necesidad de estar enchufado es reversible. El cuerpo humano es como un coche inteligente, que si deja de ir al punto de recarga eléctrica, termina generándose su propia electricidad, eliminando así la necesidad de conectarse al enchufe. Es cuestión de tiempo.
¿Quieres autonomía infinita y 100% gratuita? Pues a dejar de fumar.