Yo fumo, pero no me meto otras mierdas

En el manual de Fumabook explicamos que uno de los cuatro tipos de creencias erróneas son aquellas que intentan restar el carácter nocivo del tabaco. Aquí hay una extensa gama donde elegir: el tabaco no es tan malo como dicen (ésta, aunque en distinto grado, la tenemos todos, pues pertenecemos a una sociedad que acepta la comercialización de un producto cuyo consumo habitual presenta una mortalidad del 50%, cosa que no haríamos con ningún otro elemento a la venta); el tabaco es malo, pero no para mí, pues yo sigo una vida muy sana con una alimentación adecuada y bastante ejercicio físico; yo tengo una genética de hierro; la cantidad que yo fumo no es tan perjudicial, etc.

Otras de las estrategias extendidas es la de comparar al tabaco con otras cosas que son malas para la salud o hábitos insalubres que práctica una parte importante de la sociedad. En resumen sería decir «si yo acepto una sociedad inundada de comida basura, ¿por qué no voy a dar por bueno o normal el consumo de tabaco? Y no solo es la alimentación, se usan otros factores: contaminación, alcohol, sedentarismo, deportes de riesgo, trabajos con alta siniestralidad o mucho estrés, etc.

Como debate en otros ámbitos no estaría mal, pero cuando uno quiere dejar de fumar, debe centrarse en su problema e intentar solucionarlo, y no perderse en otros detalles externos que no hacen otra cosa que entretenernos. Que la gente abuse del MacDonald o del alcohol no debe ser motivo para justificar mi consumo de tabaco.

Es importante no salirse del guión de nuestro tabaquismo.

http://www.fumabook.com

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