
Cuando uno comprende bien que el tabaquismo es un problema social, se da cuenta que tan malo como recaudar los impuestos del tabaco es:
- Fumar delante de los niños.
- Comprar tabaco delante de los niños.
- Regalar tabaco en las bodas.
- Dejar tabaco a la vista de los niños.
- Producir películas y series donde fuman gran parte de los personajes.
- Personal sanitario con sus uniformes fumando en la vía pública.
- Ofrecer tabaco a quien sufre en la puerta de Urgencias o de un Tanatorio.
- Banalizar o mofarse de un fumador cuando intenta dejarlo.
- Recriminar el mal carácter a alguien que lo está dejando.
- Negar el trastorno mental adictivo de los fumadores.
Y mil cosas más.
Antes de señalar a nadie, piensa que quizás tú también seas una pieza de esta máquina social productora de adictos. Es la suma de muchos granitos de arena.