
Simplemente, salirse del itinerario oficial. Cuando uno deja de fumar, puede aparecer un intenso secuestro mental cuyo único objetivo es fumar. Obviamente si nuestra fecha ya ha llegado, nuestro itinerario oficial pasa por NO FUMAR. Todo lo que se salga de ese itinerario sera la manifestación visible del secuestro que ocurre dentro de nuestra mente. Este itinerario alternativo puede trazarse de muy distintas formas, pero siempre con el mismo destino: FUMAR.
Algunos ejemplos son:
– Me voy a fumar uno a ver qué siento.
– Me voy a fumar uno a ver si lo controlo.
– Voy a fumar uno al día durante una semana para ir tomando contacto.
– Voy a fumar uno como premio a lo bien que lo estoy haciendo.
– Voy a fumar unos días más para sentirme más preparado.
– Voy a fumar unos días más porque estos días tengo mucho trabajo.
– Voy a fumar unos días más que creo que me apetece más de lo que debería.
Da igual cómo se represente, un itinerario que nos lleva a fumar es un error que no enseña, es decir, NO APORTA NADA DE APRENDIZAJE Y FORTALECE NUESTRA ADICCIÓN.
A pesar de todo esto, siempre te verás como un caso especial. Cuando leas esto, quizás sientas que se cierran todas las puertas. Si te ocurre esto te quedará la opción de INHIBIR O DESACREDITAR LA FUENTE DE ESTA U OTRA INFORMACIÓN que te dice que no fumes (ej: este psicólogo es un estafador, este médico no tiene ni idea, mi pareja no tiene ni idea de lo que estoy pasando, mi amiga nunca ha fumado y solo dice tonterías…).
Detrás tuya queda una puerta abierta, pero no la quieres ver, no te parece una opción válida… LA PUERTA DE NO FUMAR. Te centras inútilmente en buscar un razonamiento que avale el hecho de fumar un cigarrillo, y si lo encuentras y no te lo apoyan, te enfadarás. Patalearás para que te abran una de esas otras puertas que solo conducen a la nicotina, a la droga. Aquí, en Fumabook, jamás nunca avalaremos ninguna de esas opciones, pase lo que pase en tu vida.
¿Qué más hace falta escuchar para que cambies de opinión?