El Big Bang del Tabaquismo actual

No es posible que, a día de hoy, con todos los avances médicos y tecnológicos existentes, y el interés cada vez más extendido por seguir una vida sana, haya tantos millones de fumadores que no dejen fumar. Te voy a explicar por qué ocurre esto.

Hay una creencia muy extendida en el mundo y es aquella de que «se deja de fumar con fuerza de voluntad». Sé que te parecerá una locura, pero esta afirmación es falsa.

Es curioso, solo el 5% de los que intentan dejar de fumar por su cuenta con el método de la fuerza de voluntad lo consiguen. ¿Quiere esto decir que el 95% de los fumadores que lo intentan no tienen fuerza de voluntad? Esto es una tremenda tontería.

La adicción a la nicotina es una enfermedad, una adicción. En este trastorno adictivo, el enfermo elabora una serie de creencias erróneas. Una muy extendida y común es pensar que «fumar gusta o aporta placer». La persona que deja de fumar únicamente con el método de la fuerza de voluntad, abandona el consumo pero manteniendo intactas éstas y otras creencias irracionales. Por eso, son fumadores que al paso de los años suelen echarlo de menos, incluso pueden hasta pasarlo mal en un momento determinado o de mucho estrés, pudiéndo llegar a sufrir una recaída. Son personas que han dejado de ser fumadores, pero no han dejado de ser adictos, pues no han tratado y curado adecuadamente lo que es la enfermedad.

El problema viene a partir de ahora. Son cientos y miles los sujetos que han dejado o intentado dejar de fumar con este método, yendo de aquí para allá proclamando a los cuatro vientos que aunque se deje de fumar, nunca se olvida, se echa de menos… en fin, QUE EL QUE HA SIDO FUMADOR LO ES PARA TODA LA VIDA. Toda esta información falsa es abundante y es la que le llega a los fumadores que aún no lo han intentado. El fumador, al escuchar esto, se atemoriza, pues se expone a un terrible drama: dejar de fumar pensando que no lo va a olvidar en su vida, teniéndolo que resistir a base de fuerza de voluntad hasta el fin de sus días.

Esta inmensa mentira está tan arraigada que cuando aparece algún «exfumador» asegurando lo contrario, es frecuente que los fumadores le saquen frases del tipo «es que a ti no te gustaba tanto fumar».

Éste es el gran mal que hace esta incorrecta perspectiva de la fuerza de voluntad. Entonces, ¿cómo debemos dejar de fumar?

En el otro extremo del concepto de «Fuerza de voluntad» está otro que te será muy familiar: A P R E N D I Z A J E

Así es, se deja de fumar a través de un Aprendizaje, como casi todo en la vida. Para que comprendas de que va todo esto te voy a poner un ejemplo muy sencillo.

Imagina a un señor que nunca ha conducido. Se compra un coche y se pone a circular dentro de una gran ciudad. Empieza a pisar un pedal, el otro; mete una marcha, otra y otra más. El coche se cala, va hacia adelante, hacia atrás, pone los intermitentes, el limpiacristales… ; ve señales de tráfico y semáforos que no sabe que significan, le pitan, le gritan… Siente miedo, ansiedad, pánico, ganas de llorar, taquicardia, sudoración. Finalmente se mete por una calle en dirección contraria y se choca de frente contra otro vehículo.

Dada esta negativa experiencia, esta persona dedice no conducir nunca más. A los 3 años le sale una oferta de trabajo que le exige saber conducir. Al verse obligado, toma la decisión de poner todo el empeño en conducir. Empieza en zonas aisladas, luego en pueblos pequeños. Lo pasa mal, sufre ansiedad, pero pone toda su fuerza de voluntad. Tras meses y años conduciendo sigue sintiendo inseguridad, pues aún se encuentra con señales de tráfico que desconoce. Un día, después de todo esto, su hijo le preguntó que si era difícil conducir, pues quería aprender. El padre le dijo que era horrible, que él lo pasaba fatal a veces, y que lo había conseguido con mucha fuerza de voluntad. Su hijo, lamentablemente, seguiría el mismo camino. Poco a poco fueron extendiendo sus opiniones por toda la ciudad hasta que un día casi nadie se atrevía a conducir. La carretera un lugar muy peligroso donde la mayoría sufrían accidentes. Todos pensaban que conducir era cuestión de coraje y fuerza de voluntad. Nadie creía que fuera una cuestión de aprender teoría (normas, señales de tráfico, etc) y de una parte práctica posterior al conocimiento teórico. ¿Te recuerda a algo esta caótica situación?

Se puede dejar de fumar correctamente Aprendiendo, bien de forma autodidacta o bien con un experto en la materia. La gente que aprende a dejar de fumar no emplean tanta fuerza de voluntad, no echan de menos el tabaco y no recaen.

Dejar de fumar requiere, obviamente, de algo de fuerza de voluntad, la misma que se requiere cada día para levantarse temprano para ir a trabajar, no más, y solo durante unos meses. Todo lo que sale de esto, es enfermedad, adicción… y por eso requiere algo más: APRENDIZAJE.

Además de esta creencia errónea hay muchas más, algunas son muy importantes, como la de pensar que «fumar gusta». Fumar satisface una necesidad adictiva que deriva de la propia enfermedad, y ésta desaparece a los meses de tener contacto cero con la droga. A ninguna persona de 40, 50 o 60 años que nunca hubiera fumado en su vida sentiría gusto o placer si le dieras a probar un cigarro, a ninguno. Antes es necesario desarrollar la enfermedad, la Drogadicción.

http://www.fumabook.com

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