Recordamos que cuando alguien te dice algo que contradice tu creencias esto genera un choque. Por ejemplo: Tú piensas que tu hijo es muy bueno y te llama la profesora diciéndote que se porta muy mal en clase.
Esto genera una incongruencia, pues la opinión que tienes de tu hijo no coincide con lo que te dicen.
El ser humano se ve forzado inconscientemente a salir de esta situación, para ello deberá tomar una decisión.
En el ejemplo del niño, la madre tiene tres opciones:
1. Reconocer que estaba equivocada con su hijo y aceptar que no es tan bueno.
2. Pensar que la profesora está equivocada.
3. Buscar una solución intermedia, pensando que quizás su hijo no sea tan bueno, pero que no tan malo como dice la profesora. Acepta una porción de error en cada parte.
Lo normal y lo que hacemos todos es tomar el camino que ofrece menos resistencia, es decir, aquel que nos exija menos cambio o esfuerzo por nuestra parte. En este caso lo normal no es cambiar la opinión que tenemos de nuestro hijo y pensar que la profesora le tiene manía, que sus compañeros son una mala influencia para él o algo por el estilo.
Todo esto es importante saberlo, pues cuando Fumabook te dice algo que no encaja con lo que tu piensas pasa exactamente lo mismo:
– Las ganas de fumar desaparecen: no me lo creo., en mi caso no.
– Las creencias erróneas modulan tu abstinencia: eso son tonterías.
– Escribir el Diario Personal es bueno: para mí no.
– Etc.
Recuerda, para que Fumabook pueda ayudarte tú debes querer recibir esa ayuda con apertura y humildad.
Obviamente podemos ser críticos con Fumabook, pero nuestro objetivo no debe ser poner a prueba al método Fumabook, sino a nosotros mismos, a nuestra adicción y a nuestras creencias erróneas. La pelea tiene que ser contra el cerebro adicto.
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