Según la Real Academia de la Lengua Española, humildad es la virtud que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades y en obrar de acuerdo con este conocimiento.
A la hora de dejar de fumar esto es fundamental: debemos partir de una posición en el que debemos reconocer que nuestras opiniones sobre nuestra adicción están limitadas por las propias interpretaciones sesgadas que hace nuestro cerebro adicto. Y esto va mucho más lejos de lo que podemos imaginar: la lectura y el análisis que hagamos del material Fumabook con fin de mejorar esta situación también estarán manipulados por este cerebro adicto.
Esto nos deja en una situación difícil, ¿acaso no me puedo fiar de mis propias opiniones? La verdad es que en lo que respecta al tabaco, no.
Por eso será muy importante aplicar una regla general: TODOS LOS PENSAMIENTOS QUE ME DIRIJAN FORZOSAMENTE A SEGUIR FUMANDO, A CUESTIONAR MIS CAPACIDADES O A DIBUJAR UN FUTURO HORRIBLE SIN TABACO DEBERÁ SER RECHAZADO.
Esta realidad no nos debe hacer sentir estúpidos, ni mucho menos, por eso no deberemos sentir ni un ápice de CULPA. Un cerebro sano comete errores, un cerebro adicto también y no hay mucho más que decir: humildad pero sin culpa.