El ser humano tiende a escoger los caminos que le generan la menor resistencia a dos niveles fundamentales:
1.- Que no se opongan a sus creencias.
2.- Que no le exija un gran esfuerzo.
Por eso, cuando una persona quiere dejar de fumar y comprueba que le va a exigir un gran esfuerzo, prefiere inconscientemente generar «un motivo que le permita seguir fumando» (Aquí se aplica el punto 2.)
Seguidamente debe decidir qué motivo elegir. Una persona que se perciba con una alta autoestima y autoeficacia no elegirá el motivo «yo no tengo fuerza de voluntad» ya que se opone a las creencias que tiene de sí mismo (Aquí se aplica el punto 1.). En este caso quizás prefiera quedarse con un «fumo porque es un placer, a mí no me matará, soy un tipo fuerte». En cambio, una persona más frágil o con menor autoestima preferirá aferrarse al «no tengo fuerza de voluntad «.
Recuerda que el cerebro adicto te escanea para ajustar a tu perfil las creencias erróneas que va a seleccionar para ti. No te creas ni una.