En Fumabook decimos que hay dos tipos generales de fumadores: el fumador tipo I y el fumador tipo II.
El tipo uno se caracteriza por la forma más profunda del engaño mental. En este caso las creencias erróneas que estructura la persona van dirigidas a anular el deseo de dejar de fumar.
En el tipo II, el deseo de dejarlo sí existe, pero el sujeto no lo logra por la sensación de incapacidad para conseguirlo y/o el miedo a una vida sin tabaco.
Pero, ¿qué es lo que produce estas diferencias entre un tipo y otro?
Te lo voy a explicar.
En Fumabook explicamos cómo la persona necesita acabar con la Disonancia Cognitiva que le produce fumar, bien suprimiéndola por completo, o bien reduciéndola a un nivel tolerable, es decir, que pueda soportar.
Normalmente, el fumador tipo I es capaz de anular por completo la disonancia cognitiva con sus creencias erróneas. Por eso puede vivir perfectamente tranquilo aunque fume, no quiere dejarlo. En cambio en el tipo II queda algo de disonancia que le da la murga como una mosca, recordándole de vez en cuando que lo que está haciendo (fumar) no está bien, manteniéndole el deseo de dejarlo.
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