¿Cómo dejo el tabaco si mi pareja también fuma?

Es muy frecuente que uno piense que dejar el tabaco es más difícil por el hecho de convivir con una persona que fuma.

A este respecto hay que dar una serie de consejos:

1. Aunque lo ideal es dejarlo los dos a la vez, no todos los fumadores tienen porque coincidir en ese estado en que uno se encuentra en el momento más apropiado para dejar de fumar. Por eso, no debes presionar ni culpabilizar a tu pareja porque no quiera dejarlo a la vez que tú.

2. Por otra parte, tampoco podemos generar un conflicto porque no nos quiera ayudar en nuestro proceso de dejarlo.

3. Es adecuado establecer un contrato (incluso lo podéis dejar por escrito) informal y muy cordial entre ambos donde se establezca (idealmente):

– No dejar productos relacionados con el tabaco en zonas visibles de la casa.

– No fumar en zonas comunes.

– No suministrar bajo ningún concepto, aunque uno se ponga a llorar. Debe ser el que está dejando de fumar el responsable de bajar a la calle y comprar tabaco.

– No recriminarle en ningún momento los cambios en su estado de ánimo. No vale eso de «desde que has dejado de fumar estás insoportable».

Además de estos supuestos, podéis incorporar los aspectos que creáis necesarios.

Obviamente, hay situaciones en que la pareja no es nada colaboradora. Esta situación debemos convertirla en una motivación y no en un obstáculo. Cuanto menos nos quieran ayudar más fuertes hemos de sentirnos llenos de ilusión, coraje y, por qué no, rabia para aniquilar a esta adicción que nos somete a nosotros y más profundamente a nuestra pareja.

Sentir que uno lo tiene más complicado por el hecho de tener una pareja que fuma no deja de ser una construcción más del engaño que genera la droga. Cuando uno trata con cientos y miles de fumadores se da cuenta que la dificultad siempre es percibida sea cual sea el motivo: mi pareja fuma, mi pareja nunca ha fumado y no me entiende, vivo en soledad y eso me lo complica, tengo muchos hijos a mi cargo y se me hace más difícil, no pude tener hijos y eso no me ayuda a dejarlo…

Liberar al cerebro de su adicción debe estar muy por encima de todas esas creencias erróneas.

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