Como en casi todo en la vida, las prisas no son una buena compañera a la hora de dejar de fumar. Es muy habitual que en la vida del fumador, bien por una obligada necesidad o por un intenso deseo, llegue un momento en que uno quiere dejar de fumar !ya!, ahora mismo y sin perder ni un minuto.
La experiencia me muestra que los que llegan con ese “ímpetu desenfrenado” son los primeros en volver a fumar , los que generan mayor frustración frente a la caída, los que ante un fracaso se rinden y abandonan y los que hacen menos caso a las recomendaciones. Piensan, en general, que sentirse muy motivados o con un gran subidón para dejar de fumar es una oportunidad maravillosa, como una mágica llama que ha de aprovecharse con urgencia antes de que se apague. He de decirte que esto no es así.
Dejar de fumar no se consigue con atracones de motivación y voluntad, pues suelen desaparecer a las pocas horas o días cuando uno empieza a notar ciertas dificultades.
Las prisas no sirven para nada. Lo normal es que un fumador lleve años fumando, ¿qué más da que fume dos o tres semanas más? No tiene sentido decir eso de “NECESITO DEJAR DE FUMAR HOY MISMO”.
Suelo notar que son personas que no llevan a cabo una escucha consciente, no oyen lo que se les dice, pues a los días suelen formular dudas o preguntas que ya se les han resuelto con anterioridad.
Por eso, desde Fumabook recomendamos una Preparación de unas 3 semanas que, además de proporcionar un conocimiento necesario, sirva para apaciguar esa intensidad desmedida que suele acompañar al fumador que siente tantas prisas en dejar de fumar.
Si eres fumador y quieres dejarlo: ten calma, ten paciencia, lee, ESCUCHA, piensa, reflexiona, APRENDE y no dejes de aprender… LAS PRISAS NO SON BUENAS
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