Que típico es eso de ir al médico buscando una ayuda para nuestras dolencias y ver que en vez de darnos un jarabe o una inyección, nos da una lista de consejos prácticos. Por ejemplo, cuando nos duele la espalda y no nos manda una inyección, y nos recomienda “nadar, dormir con una almohada bajo las piernas, aplicar calor o perder algo de peso”. Somos muchos los que al final no llevamos a cabo ninguna de estas recomendaciones. Queríamos unas pastillas, un inyectable… pero nada.
Al dejar de fumar pasa exactamente lo mismo. Veamos unos ejemplos:
– No deje de fumar hasta terminar el libro: “lo siento, no puedo esperar”.
– No reduzcas el número de cigarrillos: “es que prefiero fumar menos para ir preparándome”.
– No sustituyas el tabaco con cigarrillos mentolados de plástico: “es que necesito tener algo en la boca”.
– Haz cambios en tu rutina: “no me apetece”.
– Escribe un diario personal: “a mí eso no me va”.
– No consumas chicles de nicotina: “lo siento, necesito algo de droga en sangre”.
– Finaliza primero la fase de Preparación: “no, no puedo esperar”.
– No dejes de fumar en una fecha señalada: “es que quiero dejarlo el 1 de enero, “¡qué mas da!”.
Con todo esto, me pregunto yo…
¿De verdad que estáis buscando consejos para no seguirlos?