Normalmente nos centramos en los daños para la salud que supone fumar como motivo principal para dejar el tabaco. Pero esto no es lo más importante. Al final son muchos los malos hábitos que llevan a cabo los seres humanos como el sedentarismo, la comida basura… O lo que solemos decir, se te puede caer una maceta en la cabeza mientras vas caminando tranquilamente por la calle.
Detrás de ser fumador hay algo mucho más grave. Ser adicto significa necesitar de una sustancia (la nicotina) que ningún ser vivo requiere para vivir o ser feliz: una dosis, y otra, y otra más y así «hasta el infinito y más allá«. Esto genera dos grandes consecuencias:
– La pérdida de LIBERTAD (esto no lo ve ni lo reconoce la mayoría de fumadores).
– Sufrir un ENGAÑO MENTAL en base a una serie de creencias (que son distintas en cada fumador) y que genera MIEDO A DEJAR DE FUMAR E INCAPACIDAD PERCIBIDA PARA LOGRARLO.
El primer punto se logra dejando de fumar. Cuando ya no fumes serás libre. Pero, ¿cómo se soluciona ese engaño mental?
Obviamente no es fácil destrozar ese engaño de un día para otro, pero es posible tratar esas creencias para ponerlas en jaque y así reducir el MIEDO y esa sensación de INCAPACIDAD.
No vale con que te digas una y otra vez que NO PUEDES y que TIENES MIEDO, pues son construcciones irreales. Si sigues permitiendo que esos motivos te bloqueen, no podrás dejar de fumar. Debes imponerte al engaño y negarte a su sometimiento.
Ahora te estarás preguntando sobre ese terrible malestar que sientes cuando dejas de fumar. Eso no lo produce la falta de nicotina, también procede del miedo, de esas cosas que la adicción te hace creer.
Ya es hora que digas bien alto SE ACABÓ.
¿Qué motivos vas a tener ahora para seguir fumando?
FUMABOOK 