Ser fumador puede ser una excusa para hacer un regalo de Navidad, principalmente ante dos situaciones:
-Un fumador que no quiere dejar de fumar: regalándole tabaco, una pipa, un cigarrillo electrónico, recambios de vapeadores, cachimbas, etc.
-Un fumador que quiere dejar de fumar, comprándole algo que le ayude a conseguirlo.
Obviamente no recomendamos en ningún caso, aunque la persona no quiera dejar de fumar, regalar nada relacionado con el consumo de tabaco. No olvidemos que es una droga altamente peligrosa para la salud. Es cierto que debemos respetar la decisión de nuestro familiar o amigo de seguir fumando, pero en ningún caso debemos reforzar su conducta comprándole tabaco o herramientas para su consumo, ni con nicotina ni sin ella. Fumar mata, no lo olvides.
En el caso de la persona que si quiere dejarlo, puedes sorprenderle con algún libro para dejar de fumar, como Fumabook. Pero, sin duda alguna, el mejor regalo que puedes hacerle no es ése. Tu apoyo, tu comprensión, tu cariño, tu respeto y tu paciencia durante el proceso de liberación de la droga será el mejor regalo de Navidad que puedes hacerle.
Tu familiar o amigo no fuma porque sea un ser débil o irresponsable, fuma porque es un adicto. Sé comprensivo con él. Apóyale siempre y no le recrimines nunca su conducta de fumar o su mal carácter cuando lo esté pasando mal al principio de dejarlo.