En el libro Fumabook decimos que hay dos tipos de fumadores:
1. El que no desea dejar de fumar: éste ni busca ayuda ni suele tolerar muy bien los consejos o comentarios que se le puedan hacer sobre la conveniencia de dejar de fumar.
2. El que quiere dejarlo, pero le cuesta: son los que suelen buscar o pedir ayuda.
Estos dos tipos de fumadores se forman a partir de las creencias erróneas que los empujan a un lado o a otro. Obviamente, las creencias irracionales que definen estos tipos no dependen tanto en que el fumador las tenga o no (a excepción de unas pocas) sino de la intensidad con que las posea. Según este razonamiento, debe haber un tercer tipo de fumador, un tipo mixto, y es el que se encuentra entre un lado y otro, en un lugar que Fumabook denomina: fumador de «la zona fantasma». En este lugar se encuentran los fumadores que quieren dejar de fumar pero tienen un mayor grado de, llamémosle así, «intolerancia». Son fumadores que poseen una o más creencias erróneas que no logran detectar o reconocer, pudiéndose comportar de muy distinta forma, según sean estas creencias.
La mejor forma de identificarlos es observando su comportamiento. Los signos claros de un fumador en zona fantasma son:
-No se adapta bien a las pautas establecidas en fumabook, incluso oponiéndose o negándolas.
-No acepta las recomendaciones en la terapia individual, abandonando el tratamiento.
-Expresando su desacuerdo y/o marchándose durante la asistencia a un taller antitabaco.
– Insistiendo que hace todo lo posible pero no ve ningún cambio.
– Fumadores que no avanzan a pesar de los esfuerzos o de estar mucho tiempo intentándolo.
Son fumadores que, por un lado, quieren dejar de fumar pero, por otro, poseen algunas creencias erróneas, como pueden ser «no aceptar que no fuman libremente o que están manipulados mentalmente por la droga». A veces, son fumadores que no aceptan bien que se les digan cosas sobre el tabaco que no encajan con sus creencias, que no toleran correctamente que se le dicten lo que tienen que hacer para dejar de fumar o que generan una gran resistencia a reconocer la existencia de creencias erróneas. Otras veces son fumadores que no ven avances y se desesperan sin saber ya qué hacer para dejar de fumar. Todo dependerá del tipo de creencia errónea prevalente.
Para dejar de fumar hay presentar mucha humildad y apertura al cambio.