La pregunta que ha de hacerse el fumador es si se comería a diario un alimento que matara a la mitad de sus consumidores. Lógicamente la respuesta es NO. Imagínese la siguiente noticia: «este año ha muerto 500.000 personas en EEUU por consumir las galletas Hoëk». ¿Usted las compraría mañana argumentando que están buenísimas y que es un placer comerlas con un buen vaso de leche? Seguramente ni se le pasaría por la cabeza.
Ahora pregúntese, ¿por qué con el tabaco sí y con las galletas Hoëk no?…. ¿Por qué hacemos la excepción con los cigarrillos y no con ningún otro producto🤨?
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Aquí está la cuestión.
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Su cerebro sano, al entrar en contacto con la droga se convirtió en un cerebro adicto. Este cerebro adicto necesitará de dosis repetidas de nicotina. Para conseguirlo, sumerge al fumador en uno de estos dos engaños:
-Le quita el deseo de dejar de fumar.
-Le hace pensar que no puede dejarlo aunque quiera.
Estos engaños los consigue elaborando una serie de creencias erróneas que el fumador asume como verdaderas. A partir de aquí, el fumador debe realizar un proceso de detección y disolución de sus creencias falsas.
Para ello, el libro » Fumabook: el fin de una adicción» te explica cómo vencer al cerebro adicto a través de la Teoría de la Disonancia Cognitiva de Leon Festinger. ¿Vas a unirte a la familia Fumabook o prefieres seguir fumando? Tú eliges…
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