Dejar de fumar en pareja

pareja

En muchas ocasiones nos encontramos que los dos miembros de una pareja fuman. En estos casos, si uno de los dos se plantea dejar de fumar, supone una oportunidad de oro para que el otro también se anime a intentarlo.

El camino hacia la libertad presenta en muchos momentos ciertos obstáculos. Si comenzamos el proyecto en pareja estos se convierten en objetivos en común a superar. En determinadas circunstancias, cuando a uno le esté costando más sortear las dificultades, puede recibir el apoyo del otro, y viceversa. El nivel de empatía aumenta al encontrarse ambos en la misma situación.

Además de todo esto, va a servir para poder retirar todos los estímulos asociados al acto de fumar (cajetilla, mecheros, ceniceros, olor, etc.). Todo eso contribuye.

No obstante, pero a pesar de todas estos beneficios, dejar de fumar en pareja tiene un peligro, y es lo que denominamos en el libro «la reunión de Carceleros». Cuando vamos a dejar de fumar o ya lo estamos intentando, tener contacto con fumadores o personas que lo están dejando puede empujar en determinados casos a regresar al consumo de la droga. Es fácil comprender que nuestra adicción nos llena la cabeza de falsos argumentos que nos dirigen al consumo de cigarrillos. Cuando hablamos con otro «adicto», intercambiamos impresiones y opiniones, pudiéndose fortalecer las Distorsiones Cognitivas de uno con las del otro. Un ejemplo muy habitual es aquel donde ambos tienen muchas ganas de fumar, y se convencen mutuamente para regresar al consumo al amparo de argumentos del tipo: «este esfuerzo no merece la pena», «mejor intentarlo en otro momento», etc. Incluso, en pareja, es frecuente escuchar aquello de: «vamos a fumar porque, si no, nos vamos a cargar la relación con tanta discusión y tanta bronca», «estamos cogiendo mucho peso, y va a ser peor el remedio que la enfermedad», «vamos a hacer el viaje de nuestras vidas y no lo vamos a estropear con la maldita abstinencia», etc..

De esta manera, lo más aconsejable es aprovechar para comenzar este proyecto juntos, eso proporcionará motivación y aliento en los momentos más duros. En cambio, será muy recomendable evitar la «complacencia» entre ambos que los dirijan inevitablemente al regreso del consumo.

 

http://www.fumabook.com

 

2 comentarios

  1. Es distinto cuando se hace en pareja nosotros el primer mes nos dábamos animo a lo largo del día nos guaseabamos cuando estábamos mal y nos dábamos animo uno al otro hasta que un día mi marido empezó fumadose 1 cigarro luego 2, y así hasta que se engancho y ahora el esta de cervecita con sus amigos y fumando sus cigarrillos y yo en casa leyendo y tratando de no caer por que si lo acompañó al final caeré

  2. Ojalá lo hubiese dejado/intentado hace 14 años cuando lo dejó mi pareja, pero ni se me pasó por la cabeza. Todo eso que llevaría ganado, pero supongo que cada uno tenemos nuestro tiempo. Ahora con 25 días libre de la adicción y ojalá sea un para siempre.

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