En cada 31 de mayo, día mundial sin tabaco, son muchos los centros sanitarios los que ofrecen a los fumadores intercambiar cigarrillos por manzanas con el fin de concienciarlos. Estos gestos que están llenos de buena voluntad muestran lo poco que entendemos la adicción al tabaco. Aún pensamos que los fumadores fuman libremente y que podemos convencerlos con un bello gesto, y eso no es así. Están controlados por un poderoso engaño mental. No es cuestión de falta de sensibilización o concienciación. Estamos bajo un problema social que no solo afecta al fumador, sino a la población en general, incluido al sector sanitario. Todos debemos someternos a una profunda reflexión, todos.
Para comprender lo inapropiadas que son este tipo de medidas, te invito a leer las siguientes ilustraciones: