Las personas que fuman tienen información más que suficiente sobre los efectos nocivos que supone fumar. Es cierto, fumar mata al 50% de los fumadores, pero eso nos suele entrar por un oído y salir por el otro. Si vendieran en los comercios un alimento que matara a la mitad de sus consumidores pondríamos sin duda el grito en el cielo. ¿Qué les ocurre a los fumadores?
En el libro Fumabook explicamos cómo las personas elaboran unas creencias erróneas (distorsiones cognitivas) para justificar el consumo de tabaco (para neutralizar o minimizar la disonancia cognitiva). Además de este fenómeno tan importante, también debemos saber que el fumador tratará de evitar situaciones, personas e informaciones que aumenten esta disonancia cognitiva. Es decir, la mente del fumador rechazará o transformará toda la información que le demos en relación a los peligros del tabaco.
Hay un punto en la vida del fumador en que decirle una y otra vez lo malo que es fumar ya no tiene efecto, incluso puede ser contraproducente. Necesitamos colocarnos no enfrente del fumador, sino a su lado, comprendiéndolo y ayudándolo a disolver esas creencias erróneas que le hacen seguir fumando.
Al cerebro adicto no le interesa que fumar enfermará o matará al organismo… ¡Solo quiere su dosis a cualquier precio!… TU VIDA, TU LIBERTAD Y TU DINERO.