Las carnes, los alimentos ricos en grasas o azúcares, el café y el alcohol pueden favorecer el consumo de tabaco. Al principio debes evitarlos.
Está demostrado que el consumo de frutas y verduras disminuye la necesidad de llevarse un cigarro a la boca porque afecta a la percepción de su sabor.
Igualmente, intenta evitar aquellos «platos» que tengas más asociados con el acto de fumar.
Así que ya sabes, cuando sientas ganas … ¡agua y fruta! (unos 2 litros diarios)
P.M. Alles – Psicólogo y escritor del libro para dejar de fumar Fumabook