Hoy quiero dedicar este post a aquellas personas que desean profundamente vivir sin tabaco, pero no lo consiguen. A esos fumadores que ponen una fecha y cuando llega el día se ven superados por el miedo y por el malestar, viéndose forzados a encender otro cigarrillo más que les llena de sentimientos de frustración, decepción y desencanto. A ti, que ya has llorado por todo esto, te mando un mensaje lleno de esperanza y optimismo… porque “Todos podemos dejar de fumar” (sigue en pág.2)