¡Me encantaría conocer tu opinión!

Detrás de cada adicción hay una persona, y dentro de cada persona hay un puzzle único que ve el mundo de una manera muy peculiar. Dentro de ese Universo que cada uno tenemos en nuestro interior hay muchas cosas que analizar. Hoy me gustaria hablar de un aspecto que, aunque no está directamente relacionado con el tabaco, si que influye de alguna manera. Tras su lectura, me encantaría conocer tu opinión.

Al respecto no voy a hablar como Psicólogo, ni como Enfermero, ni como el sujeto que logró liberarse de la adicción al tabaco tras muchos años. Te hablo como persona.

Cuando en la vida nos suceden cosas buenas o malas, muchas veces nos centramos más en analizar cómo actúa o se comporta la gente que nos rodea. Si es algo malo, si se preocupan por nosotros, si ofrecen su ayuda o si se «alegran» por nuestro sufrimiento. Cuando es una buena noticia, si no se sienten felices por nosotros, si no nos llaman para felicitarnos, etc. Continuamente intentamos comprender cómo ven el mundo los demás. Y algunas veces actuamos según sean nuestras conclusiones. Es decir, cambiamos nuestra postura hacia ellos según creamos si han sido justos con nosotros.

En otras muchas ocasiones somos nosotros los que tenenos que desempeñar un papel ante alguien que está sufriendo, y a veces los ignoramos por habernos sentido ignorados por ellos en el pasado. Otras veces nos cuesta alegrarnos por los triunfos de los demás. Nos sentimos jueces y verdugos de los que nos rodean, y lo hacemos sin saber con precisión que ocurre en el interior de estas personas y olvidando muchas veces que nosotros tampoco somos perfectos.

Hay ocasiones que no ofrecemos nuestra ayuda porque creemos que no la merecen o porque sencillamente pensamos que deben de pasar por ese camino duro que un día nosotros ya pasamos.

Todos esos juicios internos que fabricamos en nuestro interior son como un polvo que se va acumulando sin darnos cuenta en eso que llamamos conciencia. Hay pocas cosas que hacen tan feliz como ayudar a los demás sin juzgar, sin esperar nada a cambio… tan solo por esa satisfacción de saber que estás haciendo el bien.

¿Cuántas veces más tendremos que escuchar eso de: «no seas tonto, yo no le haría el favor, ¡Acaso te lo va a agradecer!»?

Actuar con bondad significa tener la conciencia tranquila, y eso ayuda mucho a dormir plácidamente y a SER FELIZ. No importa cómo sea la mayoría, TÚ PUEDES CAMBIAR TU VIDA.

Aplicado al tabaco, dile a la gente que lo estás dejando. No temas que no crean en ti o que se alegren cuando caigas. No pienses en qué pensarán, tan solo haz lo que creas mejor para ti y cada cual piense lo que quiera. Sé tú mism@ y no te controles ni un centímetro de lo que quieras hacer o decir por el qué dirán. Tú vida es una, única, limitada y maravillosa. ¡Aprovéchala!

Y recuerda. Cuando conozcas a alguien que intenta dejar de fumar, no le juzgues, ni en su cara ni a sus espaldas, te hara una mejor persona y más feliz. Si no te sale, práctica. Felicítale por su decisión, apláudele sus avances y jamás sientas regocijo interior por sus tropiezos o fracasos. Intenta evitar eso de «¡Yo sabía que él no lo conseguiría!». Ayúdale todo lo que puedas, ahorrale tiempo y esfuerzo si puedes. Si puedes evitar que cometa tus errores, ¡Hazlo!

No te estoy pidiendo que cambies el Mundo, solo que mejores tu Universo interior.

¿Qué opinas al respecto? Me encantaría conocer tu opinión.

http://www.fumabook.com