Una de las armas más poderosas de la adicción al tabaco, es esa capacidad de ser como una vocecita que te llena la cabeza de patrañas. Una de las mentiras más comunes es la de hacerte creer que tú no puedes dejar de fumar.
Una vez instaurada esa creencia en tu cabeza, se hace muy complicada la tarea de fijar una fecha para dejarlo de una vez por todas. ¿Para qué intentarlo si no voy a «poder»? Llegado a este punto, es frecuente que la gente te diga que sí que puedes lograrlo, que cualquiera puede. Es en este momento, cuando la adicción pone en marcha de nuevo la máquina de creencias erróneas y comienza a conectar tu adicción con problemas o situaciones personales: «yo no puedo porque soy muy depresivo» «tengo muchos problemas en casa» «sufro de dolores», etc.
Es decir, si alguien quería convencerte que podías conseguirlo, tú (a través de tu adicción) ya te encargarás de eliminar cualquier posibilidad de lograrlo. ¿Entonces? ¿Qué esperanza te queda? ¡A ver si lo acierto!…
¡A que te llegue un momento mejor en que te veas más capacitado!
¿Di en el clavo?
Esa es otra creencia errónea típica. Es la base de una de las estrategias que usa la adicción: «hoy no puedes dejar de fumar, mañanas quizás sí». Así, cuando llegue ese «mañana», ya te engañará de nuevo. Y así, una y otra vez dejando pasar los años de tu vida. Ahora toca preguntarse: si esto es así, ¿Cuántos «no puedo» tienes que esperar para dejarlo definitivamente? Pues eso dependerá de ti y de tus ganas de seguir siendo engañado.
Sé que estás muy convencido de que no puedes y quizás mis palabras no te hagan cambiar tu opinión. Pero mañana estarás igual de convencido, y el otro, y el otro… y nunca te verás capacitado.
¿Cuántas veces más vas a decir «yo no puedo» dejar de fumar? ¿Cuántas veces más? En serio, párate y respóndete a esa pregunta. De ti depende acabar con esta farsa.
Tú puedes dejar de fumar aunque creas lo contrario
P.M. Alles – Psicólogo y escritor del manual para dejar de fumar: Fumabook