Muchas veces acudimos a nuestro estado de ánimo para concluir que no es buen momento para dejar de fumar: tristeza, preocupación, depresión, ansiedad, etc. Cuando exploramos, son muchas las ocasiones en las que el tabaco no es el problema principal. Por ello, antes de dejar de fumar, tenemos que tener muy claras unas cuantas cosas.
No sé si alguna vez habéis escuchado eso de «si te compras un Ferrari para ir a comprar el pan a 50 km/h, te cargarás el motor, pues está hecho para correr. O aquello de los grandes ciclistas, como Indurain, que de tanto entrenamiento, su corazones están hipertróficos, con muy pocas pulsaciones por minuto (25-30 ppm) y que por ello, cuando dejen de competir, al tener un corazón tan potente sin trabajar al mismo rendimiento, pueden darles problemas. Estamos hablando de grandes máquinas puestas a muy bajo rendimiento, pudiendo acabar presentando problemas.
Esto que acabamos de explicar, ocurre exactamente con el cerebro. Es una máquina muy potente y altamente cualificada, y si no le damos trabajo, puede empezar a trabajar de una forma inadecuada. Muchas veces, es frecuente los fumadores que me explican su rutina diaria. Puedo comprobar cómo viven sumergidos en rutinas automatizadas que hacen que no se esfuerce sus cerebros. Tener el día lleno de tareas rutinarias o preocupaciones no vale para poner a nuestro cerebro en marcha, ¡eso no vale! . Nuestra mente «se acostumbra» a los mismos pensamientos y funciones, y entra en modo «automático». Una vez entramos en ese estado, le damos rienda suelta para que él solito se busque «problemas o dificultades» que resolver o donde preocuparse… ¡Ahí empiezan a aparecer los verdaderos problemas!
Nuestro cerebro necesita madrugar, ducharse, desayunar y atravesar durante el día por circunstancias que le hagan trabajar: ¡Para eso está! El cerebro está diseñado para pensar, escudriñar, valorar, comparar, discernir… es decir para APRENDER. Una vida monótona y rutinaria es una caldo de cultivo para una mente triste, depresiva, ansiosa… una MENTE ENFERMA.
Muchas veces afirmáis pasarlo mal al dejar de fumar, pero el problema principal no está en la abstinencia, sino en vuestro estilo de vida monótono y automatizado que hace que vuestro cerebro se sumerja en el problema del tabaco más de la cuenta. No quiero generalizar, muchos de vosotros tenéis ya una vida muy ajetreada, pero otros muchos…no, y además no lo sabéis, no os dais cuenta de ello.
No obstante, también quiero hablar de otra cosa muy importante: el Tiempo. En nuestra sociedad se ha puesto de moda eso de «no tengo tiempo para nada». Nadie en este mundo nos enseña a gestionar el tiempo. No tenemos una referencia para saber si lo empleamos bien o mal. Nadie nos juzga fuera de nuestro trabajo si gestionamos bien nuestro tiempo a lo largo del día. Podemos ser muy incompetentes a la hora de usar nuestro tiempo y no saberlo ni darnos cuenta. ¿Por qué digo esto? Porque en la mayoría de las ocasiones sí disponemos de tiempo para hacer trabajar a nuestro cerebro, pero por vagancia, por no querer sacrificar algo que hagamos a diario o por pensar que realmente no tenemos el tiempo real disponible, no empleamos nuestro cerebro para lo que está diseñado: para aprender. Una vez entramos en una cómoda rutina, empiezan los problemas.
Por otra parte, es importante saber que cuando los problemas se cronifican y se hacen parte de nuestra vida, dejan de ser problemas y se convierten en circunstancias con las que tenemos que aprender a convivir para siempre. No podemos agarrarnos a los obstáculos de la vida para justificar nuestra parálisis una y otra vez. La vida es un regalo precioso lleno de dificultades. Pensar que las circunstancias de uno son peores que las de los demás y que no te permiten hacer cosas como dejar de fumar es un muy mal planteamiento.
Si dispones de tiempo libre tienes que utilizarlo con inteligencia, y si no lo tienes, has de planificarte mejor y buscarlo. ¡Sacrifica cosas que parezcan sagradas, a la larga te darás cuenta que no lo son y lo agradecerás! Las rutinas encorsetadas son muy peligrosas.
Muchas veces le damos demasiado poder a la nicotina. Pero no es así, lo que ocurre es que le ponemos la tarea demasiado fácil. Ya no hace falta dinero para aprender. INTERNET te ofrece un mundo inmenso de Aprendizaje. No esperes más y empieza a trabajar duro desde mañana, tu cerebro lo agradecerá y dejar de fumar será más fácil.
Recuérdalo, no mires a los lados…te lo digo a ti. ¿Crees que acaso no va la cosa contigo? Escuchar este tipo de cosas no le gusta a nadie. No queda otra que reflexionar profundamente y con humildad.
P.M. Alles – Psicólogo y escritor del manual para dejar de fumar: Fumabook
Estoy empezando a leer el libro y me encuentro con: ”Tómate tu tiempo y, por supuesto, no dejes de fumar hasta que te lo termines”.
Tengo que decir que llevo libre de nicotina, sin fumar, desde el 15 de enero, 11 días.
Tomé la decisión y lo estoy llevando a cabo «a pelo» y antes de conocerte, tu libro, tu blog… no entro a Facebook porque también es otro de los requisitos, ser fumador, aunque se pueda entrar como espectador. Te he conocido porque alguien citó FUMABOOK en un chat de una comunidad de una aplicación que instalé para hacer un seguimiento de mi nueva vida NO FUMADORA, y estoy encantada de her entrado al blog.
¿Puedo leer el libro sin problema? GRACIAS
Lógicamente si estás sin fumar, se continúa sin fumar y el libro te ayudará a tratar la parte cognitiva para prevenir y gestionar las caídas, y para salir de la adicción, que es algo muy diferente que «dejar de fumar».
Gracias.
Pablo
Lógicamente si estás sin fumar, se continúa sin fumar y el libro te ayudará a tratar la parte cognitiva para prevenir y gestionar las caídas, y para salir de la adicción, que es algo muy diferente que «dejar de fumar».
Gracias.
Pablo