¿Te gustaría saber qué tipo de fumador eres? Si intentaste dejar de fumar alguna vez y no lo conseguiste, responde a estas 3 sencillas preguntas:
¿Cuál es el principal motivo por el que no lograste dejar de fumar? (elije el que sea más importante para ti)
A – Mi forma de ser.
B– Las circunstancias que me rodearon.
¿Desapareció ese motivo que te hizo fracasar?
P– No
Q– Sí
¿Está al alcance de tu mano eliminar o controlar ese motivo que te hizo fracasar?
G – Sí
X – No
Anota la letra de cada respuesta y forma tu código. Por ejemplo, si has respondido a la primera opción en todas las preguntas, tu código sería A-P-G.
Ahora busca tu código y comprueba qué tipo de fumador eres:
A-P–G: Eres una persona que te cuesta dejar de fumar porque te gusta fumar y porque aún no te lo has propuesto de forma muy seria. Sabes que debes dejarlo, pero no tienes una fuerte convicción. Te da pereza. Debes aprovechar que eres una persona coherente y responsable para hacerle frente al tabaco. Eres una persona inteligente, no es propio de ti que algo tan nocivo y que habla tan poco de tu forma de ser no esté bajo tu control. Siempre piensas dejarlo para otro momento. Crees que en un futuro estarás en mejor disposición para hacerlo, pero no es así, la adicción cada vez es más dura y te tiene más atrapado. Aunque no lo creas, estás en un buen momento para intentarlo. Pon una fecha ya y comienza la lucha. ¡Te lo mereces!
A-P–X: Te consideras una persona débil o víctima de muchos problemas. Toda esa circunstancia no te deja elegir un día, y si lo haces, rápidamente te ves desbordado y te entran ganas de llorar o gritar. Sea cual sea tu circunstancia personal o familiar, no puede ser un obstáculo para que dejes el tabaco. Te prometo que si luchas lo conseguirás, y pronto tu vida se verá mejorada en todos los ámbitos. ¡No te mereces seguir siendo una víctima de tu propia vida! Estás deseando acabar ya con esto, te sientes atrapado, pero te sientes muy pequeño y muy solo ante el tabaco. Te prometo que todo es más fácil de lo que te pueda parecer. Cógete de la mano de alguien de confianza y atrévete a cruzar el camino hacia tu libertad, verás cómo lo vas a conseguir.
A-Q–G: Eres listo, razonable y coherente, pero en lo que respecta al tabaco parece que no quieres aplicarlo. Seguramente no hayas comprendido el peligro real de fumar, porque si no, no creo que lo siguieras haciendo, tú no eres así. Eres libre, ameno y desenfadado, al menos en tu interior, pero algo descuidado. Sabes que es una tarea pendiente que estás retrasando. No le quites importancia, ahora será más fácil que dentro de unos años. Lucha por tu identidad que sabes que tienes y déjalo ya. No te arrepentirás.
A-Q–X: Sabes de sobra que debes dejar de fumar y sabes que con esfuerzo y tesón eres capaz de conseguirlo. Lo que ocurre es que siempre ves un motivo o una excusa para posponerlo. Es preciso que tomes el tema con seriedad y lo soluciones antes de que te conviertas en un fumador mucho más dependiente. Ya es la hora de tomar las riendas de tu vida. Intentas quitarle importancia al asunto, pero se te están acabando las excusas. Hoy será una cosa, mañana otra, no lo demores más. En tu mano está conseguirlo, tú eres capaz.
B-P–G: Te dejas llevar por la corriente de la vida sin pararte a pensar bien las consecuencias de las cosas que haces. Fumar es una conducta muy peligrosa y adictiva, pero sobre todo te roba la libertad. Me extraña que sigas fumando con lo que te gusta ser libre. Quizás no hayas llegado a comprender lo poco que decides tú en lo que respecta al tabaco. Si sigues esperando, algún día no te será tan fácil dejarlo, se hará tarde para ti. Tienes las cosas claras para otras muchas cosas, ya es hora que te enfrentes a este gran reto.
B-P–X: No es bueno fumar, ni por tu salud, ni por tu dinero ni por tu libertad, y lo sabes bien. No sé por qué tratas de hacer entender al mundo que tus circunstancias son peores que la de los demás para dejar de fumar. Aunque no lo creas, fumar es un problema más que se añade a todo ese largo listado de cosas que te hacen estar muy ocupado o estresado. Una de las cosas peores que tiene la adicción es la de hacerte creer ciertas cosas para seguir justificando el consumo de cigarrillos. Lamentablemente ese es tu caso. Da igual cómo sea tu vida, debes dejar de fumar a pesar de todo ello. Fumar no te ayuda a gestionar todas esas cosas, aunque te parezca lo contrario. No te enfades, saca tu Yo potente de tu interior y sé tú mismo el que decida por tu futuro. Tú eres el protagonista de tu vida.
B-Q–G: Eres fuerte, ágil, vivaz, feliz, y muchas cosas más. ¿Cómo que sigues fumando? Sabes de sobra a lo que me estoy refiriendo, ¿verdad? En lo que respecta al tabaco, siempre miras para otro lado. Está muy bien que mires por tu felicidad y tu bienestar, pero el tabaco tarde o temprano te quitará todo eso. Deberías ser el primero en dejar de fumar, pues das ejemplo, y harías mucho bien. Confío en ti. De ti no se puede esperar otra cosa. Tu gente se alegraría mucho de tu decisión.
B-Q–X: Te miras muy poco y no haces frente al tabaco. Sé que no te gustará que te diga esto, pero ¡ya está bien de esquivar el tema! Nadie va a solucionarte los problemas de tu vida. Tú eres el que tienes que dar la cara, y en el tema del tabaco también. Nunca quieres hablarlo, evitas sacar el tema, pero el tabaco es una espina que llevas clavada en tu persona. Ten la valentía de reconocerlo y dejar de una vez de fumar. Sueles creer que los demás tienen más suerte que tú, y no es así. Las victorias vienen del esfuerzo, del tesón y de la constancia, y no de las casualidades. Si te pones lo vas a conseguir, solo tienes que mentalizarte.