
Muchos fumadores se asustan o se desaniman cuando a los meses de dejar de fumar tienen un día muy malo. Lo ven como algo negativo, como un paso atrás o un indicador de que algo no va bien.
Imagina que la adicción (entendida como enfermedad) es como un montón de agua acumulada en el piso de arriba casa y que cae a chorro por el techo de tu salón. Al día siguiente caerá algo menos y al tercero caerá el resto. Ponte en la situación que a los tres meses estás viendo la tele y una gota cae en medio de tu frente. Era la última agua que quedaba por caer.
¿Significa que el piso de arriba vuelve a estar lleno de agua? ¿Qué el problema no está resuelto? O más bien que cada vez queda menos agua, por eso cae menos cantidad y de manera menos frecuente.
¿Por qué siempre hacemos una interpretación negativa de estos sucesos?
Al principio tenemos muchas ganas de fumar muchas veces al día. A los meses estos episodios son cada vez más raros… ¿No es eso una buena noticia? Entonces, ¿por qué te lo tomas mal?
Hola, ya está para descargar el libro??
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