
Muchas veces me hacéis llegar la duda de cómo hacer el Diario Personal a la hora de dejar de fumar. Este diario tendrá dos funciones fundamentales:
1. Ayudar a detectar y desmontar las creencias erróneas que sostienen la adicción.
2. Servir de paño de lágrimas cuando estemos en la fase de Abstinencia para sacar a flote las mentiras del cerebro adicto.
La detección y desmontaje de las creencias erróneas se puede hacer de la siguiente manera. En la fase de Preparación, antes de dejar de fumar, en las tres semanas previas, escribiremos todas nuestras preocupaciones, motivos o situaciones que hacen que tengamos miedo a dejar de fumar. Por ejemplo: «Me gustaría dejar de fumar, pero no creo tener fuerza de voluntad. Además, lo he intentado otras veces y no lo he conseguido. No voy a disfrutar de la misma manera las comidas con los amigos, y hará que me aburra en las reuniones sociales. En definitiva no creo que sea igual de feliz que ahora». A continuación, cogeremos un bolígrafo y subrayaremos aquellos motivos principales. En este ejemplo resaltaríamos:
– No tengo fuerza de voluntad.
– Nunca lo he conseguido en otros intentos.
– No voy a disfrutar de las comidas.
– Me voy a aburrir en las reuniones sociales.
– No voy a ser igual de feliz que ahora.
Otro día, nos pondremos a trabajar con cada una de ellas. Por ejemplo con «No voy a disfrutar de las comidas». En este momento nos haremos preguntas para intentar hallar el verdadero motivo que sustenta esta explicación, desgranando poco a poco. Por ejemplo.
¿Por qué no voy a disfrutar igual de las comidas?
– No sé, pero no me va a hacer ilusión ir de tapas y cerveza si no tengo mi cigarro en la mano.
¿Cómo crees que la ausencia del cigarro hará para que comer y beber pierda interés?
– Pues pienso que el cigarro es el remate ideal tras terminar una buena comida o al tomar una cerveza fresquita.
¿De qué manera el cigarro mejora la comida y la bebida? ¿Mejora el sabor?
-No sé, es la sensación que al terminar de comer me falta algo si no fumo.
¿Qué aporta el cigarro a la comida?
– No lo sé, quizás sea el sabor, o echar el humo, o la mezcla de ambas cosas.
¿Cómo hace el sabor del cigarro o la presencia del humo en tu boca para mejorar la sensación tras almorzar o comer?
Al llegar este tipo de preguntas, el fumador se va dando cuenta que su argumentación no se mantiene, pues carece de fundamento. La única situación creíble es que la persona es una adicta y que tras comer y beber aparece un punto máximo de necesidad de dosis que debe ser satisfecha. El fumador debe escribir a continuación sus conclusiones, por ejemplo:
– El tabaco no tiene la capacidad de mejorar las comidas ni las bebidas.
– Lo único que me sucede es que mi cerebro adicto me pide una nueva dosis de nicotina para mantener los niveles en sangre.
Con las otras creencias haremos lo mismo, llegando a otras preguntas últimas del tipo: ¿A través de qué mecanismo el cigarro hace que yo sea más feliz? o ¿Cómo hace el cigarro para que yo me lo pase mejor cuando estoy con la gente… me hace más extrovertido, más gracioso, más elocuente, hace que los chistes de mis amigos sean más graciosos?
Obviamente nuestro objetivo será ridiculizar las creencias que nuestro cerebro adicto elabora.
La segunda utilidad del diario personal es expresar todas nuestras preocupaciones ante una situación de Craving. Por un lado, porque nos servirá para movilizar nuestros recursos cognitivos y así desviar la atención de ir a buscar desesperadamente un cigarro. Por otra parte, nos servirá para sacar a flote los mensajes amenazadores del cerebro adicto y ver cómo nos controla. Por ejemplo: «Ahora mismo estoy muy nervioso y tengo ganas de llorar. En estos momentos estoy seguro que la vida no merece la pena sin tabaco, así no pienso salir de casa ni quedar con nadie. Me da igual si me entra un cáncer, así no puedo vivir, esto me supera».
Cuando pasen las horas, y estemos totalmente tranquilos y sin esas sensaciones desagradables, regresaremos al escrito para leerlo. Ahora, con calma, veremos la cantidad de pensamientos negativos que nos hace tener el cerebro adicto para que le demos su dosis. En esos momentos nos haremos consciente del grado de grave error que nos induce la adicción. Eso nos aportará mayor consciencia del problema y mayor control para las siguientes ocasiones que se nos presente otro bajón.
A medida que vayan pasando los meses irás notando cómo ya no te sientes identificado con esos escritos antiguos y te dará alas para seguir avanzando.
Con el paso del tiempo, leyendo tu diario, te das cuenta que el gran monstruo que no te dejaba ver con claridad era solamente un osito de peluche.Yo os lo recomiendo con la participación en el grupo.Una gran terapia.