Son muchas las asociaciones, fundaciones, etc. que trabajan por la salud de la población, como son las que luchan contra el Tabaquismo. En ocasiones comparten noticias o artículos científicos donde desaconsejan el uso de los cigarrillos electrónicos. He podido comprobar cómo en las redes sociales hay muchas personas que critican duramente esta información argumentando que con estos dispositivos se salvarían miles o millones de vidas. Al respecto, voy a dar hoy mi opinión.
El Tabaquismo es la adicción al tabaco, es decir, un trastorno de la mente donde la persona se ve obligada a seguir consumiendo droga en contra de su «verdadera voluntad» (esto en muchas ocasiones no es percibido por el fumador, que cree que fuma por decisión libre y propia). Los que nos dedicamos a esto, buscamos EL FIN DE LA ADICCIÓN, no otro objetivo. Nuestra meta es que la persona pueda hacer en su vida todas las mismas cosas pero sin depender ni de una sustancia ni del «acto de meterse algo en los pulmones». Fumar cigarrillos electrónicos supone SEGUIR SIENDO ADICTOS A UN «SUPUESTO» MENOR PRECIO PARA LA SALUD (esto estará por ver cuando haya suficientes investigaciones).
Detrás de los comentarios que defienden el uso de estos dispositivos, está la industria que los fábrica, personas que los venden, sujetos adictos que aún siguen engañados por la droga o gente que no tiene ni idea de lo que es la adicción.
Hace 100 años muchos eran los que defendían el consumo de cigarrillos atendiendo a sus supuestas propiedades beneficiosas para la salud y estatus social que aportaba. Después de décadas ya sabemos que el tabaco ha matado y sigue matando a más gente que las antiguas epidemias o grandes guerras. No permitamos que vuelva a ocurrir lo mismo. No dejemos que vuelvan a engañarnos una vez más. Cada vez que consumas un cigarrillo de estos, mucha gente se está llevando mucho dinero a su bolsillo a tu costa, tanto o más de lo que hacienda se queda con el cigarro convencional.
Paremos ya el gran engaño del tabaco. No a la adicción, ni envuelto en fino papel blanco ni en elegantes dispositivos electrónicos. Que nadie se lucre gracias a ti y tu salud.
No permitas que sigan aprovechándose de ti.