La persona que fuma presenta ciertos momentos en su vida en el que es más proclive a dejar de fumar. Estas ocasiones deben aprovecharse para marcarse el objetivo de una manera muy seria.
El fumador suele entender el momento como una oportunidad que podrá terminar en éxito o en fracaso a corto plazo. Éste es un mal planteamiento.
Cuando el sujeto sale del engaño «de no querer dejar de fumar» y se plantea hacerlo, comienza un proceso cuya duración es muy variable dependiendo de la interpretación que haga de los primeros errores que cometa en los primeros pasos.
Hay quien siente que le cuesta o simplemente se fuma uno o varios cigarrillos, y por ello vuelve a fumar, interrumpiendo el intento. Otros no cesan en el empeño, sumando intentos, cometiendo errores, pero adquiriendo los conocimientos y habilidades necesarias que le irán aproximando cada vez más al triunfo. Toda experiencia, bajo un correcto análisis, suma. Ahí está la clave. Por ello es muy necesario conocer y controlar las creencias erróneas que genera el cerebro adicto para que este análisis sea el más adecuado.
No solo se experimenta un Aprendizaje en los meses previos a dejar de fumar, también se produce otro desde que una persona se vuelve adicta hasta que decide un día liberarse, y éste dura años.
No esperes ni un solo día más y comienza tu camino hacia la Libertad.
Todo el mundo puede dejar de fumar, TÚ TAMBIÉN.
He estado mes y medio sin fumar y he recaído, ahora estoy con unos siete
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