El precio de sucumbir a la tentación de fumar

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El otro día dedicamos un artículo a la «tentación de fumar» (ver aquí). Recordamos cómo el ser humano es capaz de superar innumerables tentaciones a lo largo del día. Entonces, ¿por qué nos cuesta tanto vencer la tentación de fumar? Principalmente por dos motivos.

El primero lo veíamos en el otro post, y era la fácil e inmediata DISPONIBILIDAD que tenemos de recursos para efectuar la conducta de fumar (prácticamente en cualquier sitio podemos encontrar un cigarrillo y un lugar donde poder fumarlo).

El segundo motivo es el «supuesto» BAJO PRECIO que debemos pagar en el caso de ser superados por la tentación. Decimos «supuesto», pues, realmente, el precio es altísimo (volver a ser fumador y la pérdida de Libertad que eso supone, el daño para la salud, el gasto económico, etc.). En el otro artículo decíamos que había otro tipo de tentaciones, por ejemplo, el de mantener una relación sexual con otra persona. Veamos el «precio» que puede tener ser infiel.

Por un lado, el resultado de nuestra conciencia, ya que nuestra sociedad no ve con buenos ojos esta conducta, la considera inapropiada, por eso la gente se suele «esconder» para no ser visto. La «mala conciencia» puede generar arrepentimiento, culpa y malestar emocional.

Por otro lado, el riesgo de que nuestra pareja se entere, se enfade o nos abandone.

Toda esta situación hace que la mayoría lo pensemos dos veces antes de «ponerle los cuernos» a nuestra pareja.

En cambio, ante la tentación de fumar un cigarrillo, el «precio» no parece tan alto. En primer lugar, porque la sociedad no lo ve tan mal, la gente no se esconde para fumar. No te señalan por la calle si te fumas un cigarrillo. Por otro lado, la cuestión de la Libertad, la Salud y el Dinero, no parece importar cuando se trata de «fumar un cigarrillo».

Todo esto nos hace pensar que no es que fumar sea una tentación más potente, sino que es la mayor disponibilidad y el menor precio percibido, los verdaderos responsables de la situación.

La mejor estrategia es comprender que realmente no tenemos necesidad de fumar un cigarrillo. Cuando una pareja es estable y «funciona» no se nos hace tan necesario tener relaciones con otras personas. No sé si comprendes lo que te quiero decir… Siempre decimos que se fuma por necesidad no por placer, y que esta necesidad desaparece con el tiempo. Si luchas, la necesidad se eliminará y con ella las tentaciones. Tarde o temprano desaparecerán. Sé paciente.

http://www.fumabook.com

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