¿Por qué hay personas que vuelven a fumar tras un largo tiempo?

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Ésta es una de las preguntas que habitualmente se hacen las personas que desean dejar de fumar. Casi todos hemos conocido a alguien que, tras muchos meses o algunos años sin consumir la droga, recae inexplicablemente y vuelve a fumar. Vamos a ver por qué ocurre esto.

Veamos los cuatro casos más típicos:

En primer lugar, un caso que nos encontramos son las personas que caen en un estado emocional muy negativo consecuencia de algún suceso vital de gran importancia como puede ser la muerte o enfermedad grave de un ser querido, la pérdida del empleo, el desahucio de su hogar, etc. En estas circunstancias suele aparecer síntomas asociados con la ansiedad. La memoria del sujeto los vive como aquellos síntomas que sentía cuando era fumador y necesitaba fumar para experimentar alivio. Por ello, ante la desesperación, intenta mitigar la ansiedad fumándose un cigarro. Lamentablemente, y tal como explicamos en otros artículos, el cerebro de la persona que ha sido fumadora, permanece como una vieja fábrica en desuso que con una sola chispa entra en perfecto funcionamiento, instaurándose de nuevo la adicción con total operatividad. Un solo cigarro te convertirá, casi con toda probabilidad, de nuevo en un fumador. Además del falso supuesto ”efecto mitigador de la ansiedad” (o soporte para enfrentarse a tales sucesos vitales negativos, tal y como refieren muchos fumadores), muchas personas que experimentan estas situaciones caen en la sensación de “enfadarse con la vida” por el suceso vital negativo sufrido, elaborando pensamiento del tipo “a la mierda, qué más da fumar, cosas más importantes tengo encima”, por poner un ejemplo.

El segundo caso, es la persona que deja de fumar sin comprender su adicción, tomando como única estrategia la de soportar a modo de prueba de resistencia el proceso de liberación del tabaco. Tristemente, cuando uno no se prepara ni toma las medidas previas pertinentes, acaba, a los meses, por agotarse, rindiéndose nuevamente en los brazos de la droga. Esto es fundamentalmente (aunque hay otros motivos) porque muchos dejan de fumar pensando que dejan algo que les gusta, que es bueno para ellos (les relaja, o les ayuda a controlar el peso, o les ayuda a relacionarse socialmente, o les ayuda a concentrarse para trabajar o estudiar, etc.), o cualquier otra cosa que queda como un ancla clavada en el mundo de la adicción, arrastrando tarde o temprano al sujeto al pozo del consumo. Aquí se vuelve por agotamiento o pérdida de fuerzas por no llevar una estrategia adecuada.

El tercer caso, es el típico fumador que cree que puede controlar a su adicción. De este modo, cuando pasan los meses y años y ya cree que lo tiene dominado, experimenta un exceso de confianza que le hace creer erróneamente que puede fumarse un cigarrillo en alguna ocasión especial (boda, fiesta…) sin que ello le haga volver a ser un consumidor habitual.

El cuarto y último caso es el fumador que miente. Digo fumador porque, realmente, nunca ha dejado de fumar. En efecto, hay personas que proclaman a los cuatro vientos que han dejado de fumar, y así pueden llevarse meses o años, pero fumando en la clandestinidad, en secreto, algún que otro cigarro de vez en cuando o en ocasiones especiales (o consumiendo nicotina en parches, chicles, etc.). Este tipo persona nunca deja de ser fumador, con lo que tarde o temprano, volverá al consumo habitual de cigarrillos.

Toda esta situación, hace que se extienda  la información errónea de que son muchas las personas que después de dejar de fumar, al tiempo, vuelven al tabaco, y eso es incierto. Si ocurre es por los motivos que hemos explicado, pero lo normal es no volver.

Recuerda que, para dejar de fumar, es importante NO FUMAR NUNCA, no adoptar el proceso como una PRUEBA DE RESISTENCIA (siguiendo una buena preparación), asumiendo que a la adicción no se le puede dominar para fumar en ocasiones especiales, y teniendo muy claro que ante un suceso vital negativo el tabaco no nos va a ayudar en nada, comprendiendo que la adicción, latente en nuestro cerebro, intenta utilizar cruelmente tus desgracias para volverte hacer caer. El día que te ocurra algo malo, no estarás en plenas condiciones para hacerte consciente de esto, por ello es ahora cuando tienes que interiorizar muy seriamente el verdadero papel que juega la adicción en un momento de desgracia personal.

http://www.fumabook.com

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