Un atleta profesional y un informático sedentario son invitados a correr una carrera.
En caso de victoria, al atleta no se le pagará ni un euro y al informático, 4 millones de euros. Disponen de 2 meses para entrenar un recorrido de 20 km.
El informático ha estado muy motivado y ha puesto toda su fuerza de voluntad tanto al entrenar como al correr la carrera. 4 millones le cambiaría la vida.
En cambio, el atleta está acostumbrado a entrenar y a correr con la élite del atletismo. Esta carrera no le motiva deportivamente ya que piensa que la tiene sobradamente ganada. Obviamente no ha puesto toda su fuerza de voluntad en este proyecto competitivo.
Llega el dia de la carrera y el atleta gana a penas sin esfuerzo. ¿Piensas que la motivación y la fuerza de voluntad fue tan decisiva en la victoria del deportista?
La respuesta es NO. Lo que empujó al atleta a ganar fue su mayor preparación, su aprendizaje de años. Con el tabaco pasa lo mismo. Muchos dicen que para dejar de fumar lo único que hay que tener es fuerza de voluntad. Esto es un error monumental.
Para dejar de fumar es preciso pasar por un entrenamiento previo que te prepare. Tu fuerza de voluntad no hará milagros
P.M. Alles – Psicólogo y escritor del manual para dejar de fumar: Fumabook
http://www.fumabook.com