Capítulo 8

Por otra parte, la figura del Carcelero se hace indispensable para una correcta comunicación dentro del grupo Fumabook dentro de Facebook. Recuerda que las distorsiones cognitivas son diferentes en cada fumador, haciéndonos, a unos y otros, fumadores muy distintos. Por ello, es frecuente que no alcancemos a veces empatizar con otros fumadores por no aceptar “sus motivos” como suficientes para justificar sus derrotas. Por eso, es mucho más sencillo y comprensible decir en el grupo eso de “hoy el Carcelero me está acosando”, que aquello de “mi hijo hoy no quiere ponerse a estudiar, me ha puesto nervioso y quiero encenderme un cigarrillo”. Obviamente, muchos pueden pensar que tu motivo no es de peso como para que te encuentres tan mal. Por ello, sobre la mesa, hemos de poner siempre al culpable de todo, al Carcelero. Él, y no otro, debe ser el saco donde demos todos nuestros golpes, dentro y fuera del grupo.