Ejercicio: En esta ocasión debes elegir una de las creencias erróneas que escribiste en el día 2. Vamos a sacarla a flote para empezar a comprender que no es cierta. Esto debes hacerlo con todas las creencias que consideres oportunas. Por ejemplo, podría elegir: “Sin fumar no voy a disfrutar al estar con la familia o amigos comiendo en un restaurante”. Ahora toca hacer una serie de preguntas que pongan en evidencia su falsedad. ¿De qué manera hace el cigarro que yo esté más tranquilo con mis amigos? ¿Cómo hace el tabaco para que yo sea más hablador estando con gente? Una vez vayas elaborando estas preguntas y dándoles contestación, deberás formular nuevas preguntas que deriven de las primeras, todo ello dirigido a que te des cuenta lo absurdo de nuestras afirmaciones sobre esos pensamientos erróneos que mantienen tu adicción. A cada respuesta, formula una nueva pregunta hasta que te des cuenta que la creencia errónea no tiene sentido alguno.
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