Hay ocasiones en el que, en el interior de la mente de un ser humano, se produce un desequilibro entre lo que pensamos y lo que hacemos.
En el caso del tabaco, es muy frecuente el choque entre dos realidades:
-
Pensar que fumar es malo y
-
Fumar.
Inconscientemente, sin que nos demos cuenta, nuestro cerebro siempre termina reduciendo o eliminado esta incongruencia. Este desajuste puede resolverse de dos maneras:
-
Modificando lo que pensamos.
-
Modificando lo que hacemos: dejando de fumar.