3º día

Hay ocasiones en el que, en el interior de la mente de un ser humano, se produce un desequilibro entre lo que pensamos y lo que hacemos.

En el caso del tabaco, es muy frecuente el choque entre dos realidades:

  1. Pensar que fumar es malo y

  2. Fumar.

Inconscientemente, sin que nos demos cuenta, nuestro cerebro siempre termina reduciendo o eliminado esta incongruencia. Este desajuste puede resolverse de dos maneras:

  1. Modificando lo que pensamos.

  2. Modificando lo que hacemos: dejando de fumar.